Este cisne negro llamado coronavirus paralizó por un momento los almanaques, los relojes y todo otro instrumento para medir tiempos y distancias. Luego del shock inicial por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio —donde el miedo a lo desconocido y la incertidumbre frente a sus consecuencias nos puso a cada une de nosotres en un limbo temporal—, la creatividad, la resiliencia, la empatía y la responsabilidad ciudadana nos permitieron sacudirnos el polvo del primer impacto y comenzar la construcción de nuevos y diversos mecanismos para no dar un paso atrás en la militancia de las ideas del campo nacional, popular, feminista y latinoamericano, reconfigurando las formas, fortaleciendo los conceptos.
Pero, ¿perdimos las calles? Cada día somos testigos azorados de la actitud de un sector que, luego de la derrota en las PASO, comenzó a hacer suyos esos lugares públicos, propios de lo nuestro, de las largas columnas de la militancia, de los cielos tapados con la policromía de la banderas, de nuestros “trapos”… A veces organizados desde las usinas de la derecha con la plataforma de los medios de comunicación, se hicieron miles, a veces cientos y en otros casos quizás fueron tan solo diez.
El “me opongo porque me opongo” comenzó a ganar veredas, balcones, redes sociales y más de un improvisado caceroleo citadino.
Desde Tucumán, durante ese proceso les compañeres Solidarios nos decidimos a hacer de esta vida de contactos virtuales la herramienta para el debate, la discusión, y el enriquecedor aporte, que hoy nos permiten estas virtualidades, de acceder a diversos actores nacionales de relevancia, ante las más diversas situaciones políticas, económicas y sociales que hoy atraviesan a la sociedad. La plaza se transformó en Zoom, las calles quizás en Jitsie y las veredas en otra distinta aula de encuentro virtual.
Nos sumamos a la conformación de un grupo de pensamiento político junto con Manifiesto Argentino, Kolina, Frente del Pueblo Unido, Movimiento Nacional Alfonsinista, el Partido de la Victoria, y otras organizaciones afines a nuestro pensamiento, para analizar y discutir los grandes temas que hoy tienen en vilo a parte de la sociedad, por su real trascendencia o por la falsa construcción de sentido, desde los principales medios hegemónicos de comunicación.
Creo que estamos, ya transcurrido medio 2020 y transitando pandemias con y sin virus, en el momento de mirar al interior de nuestra fuerza e interpelarnos de qué forma podemos hacer nuestras “las calles” con el cotidiano material de análisis y opinión política, social y económica de nuestros principales referentes. Podremos pensar en un gran encuentro donde nos volvamos a ver todes, y desde la virtualidad, tratar de suplir ausencias y distancia construyendo con más fuerza nuestro partido, avizorando nuestra preparación para lo que sí sabemos, 2021 está a la vuelta de la esquina, y ya hay tambores electorales sonando. Debemos recuperar las calles desde Jujuy a Tierra del Fuego y desde Mendoza a Entre Ríos, con creatividad militante y la fuerza de nuestras convicciones. Solidarios a dar, como siempre, la madre de las batallas, la cultural.
03/08/2020
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