Seguimos yendo por más

10/03/2020

Escribimos desde Entre Ríos, convocadas originalmente por nuestras compañeras del Frente con motivo de conmemorarse este 8 de marzo el Día de la Mujer Trabajadora.

Pensábamos al delinear los ejes de esta columna que los desafíos que nos atraviesan por estos días a las mujeres de este país siguen siendo muy parecidos a los que enfrentábamos un año atrás.

Sin embargo, el contexto político se ha modificado sensiblemente.

Un Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y un Presidente que es el primero en capacitarse en género y violencia contra las mujeres en los términos que establece la Ley Micaela son dos hitos en el cambio cultural que venimos construyendo desde el movimiento de mujeres. Son respuestas concretas que encontramos en la actual conducción política del gobierno nacional.

La lucha en la calle del movimiento de mujeres, aunque organizada, no tiene techo y seguimos yendo por más.

Pero nuestra mirada se tiñe hoy con las limitantes que desde el Estado, como tal, se nos imponen, mientras la violencia contra las mujeres sigue mostrando su cara más extrema.

Atravesadas por el dolor y el pedido de Justicia por el femicidio de Fátima Acevedo en nuestra ciudad de Paraná, nos preguntamos ¿cuántas respuestas necesitamos arrancar todavía a este Estado que hoy nos contiene: Nacional, Popular, Democrático y Feminista? ¿Y cuántos de nuestros modos de lucha, nuestros modos de hacer alianzas, de nuestra mirada como movimiento, suman a la construcción de ese Estado presente, activo y ágil que necesitamos ante las dificultades cotidianas que nos presenta el patriarcado en nuestra cultura de relación?

Y sigue ubicando en franca desventaja al colectivo de mujeres y feminidades la diferente vara para medir los actos de varones y mujeres, atravesados por las interseccionalidades de género, clase, etnia, edad, etc.

También por estos días vuelve a surgir en nuestra provincia el reclamo por los derechos políticos de las mujeres, representado por la paridad para ocupar cargos públicos, tanto en las cámaras legislativas como en el Ejecutivo provincial. En esas mesas de debate nos cruzamos con otras compañeras, de distintos partidos políticos, rescatando la historia y proponiendo nuevos caminos.

La brecha de pobreza afecta directa y especialmente al colectivo de mujeres. Y nos interpela el cupo laboral trans no solo en el Estado sino también en el ámbito privado.

Es prioritario además el reconocimiento de las tareas de cuidado y el tiempo que las mujeres les dedicamos. El uso del tiempo y el modo en que es reconocido como valor económico para varones, no para las mujeres, y la carga de trabajo infravalorada son dos aspectos que persisten y nos obligan a sostener la lucha por la autonomía económica, la ciudadanía plena y la participación igualitaria. Tres ejes indispensables para ejercer plenamente nuestros derechos humanos.

Las compañeras entrerrianas del Partido Solidario nos encontramos aportando a estas luchas colectivas desde cada lugar de militancia, en las organizaciones, en los sindicatos y también en el Estado.