“Por un Estado provincial que no descargue la crisis sobre trabajadores, que acompañe a carenciados y busque recursos en grupos concentrados”, encabeza el último comunicado de la mesa de partidos políticos del Frente de Todos de Mendoza, que integra el Partido Solidario.
Días pasados el ministro de Hacienda del gobernador Rodolfo Suárez (Cambia Mendoza) puso en duda el cumplimiento del pago de salarios en la provincia frente a una situación de debacle recaudatoria que atribuyó exclusivamente a la cuarentena por la pandemia.
La situación de derrumbe fiscal en Mendoza —sostiene el comunicado del Frente— es consecuencia “del inicio del quinto año de un ciclo que acumulará, con el presente, cuatro ejercicios con déficits corrientes disimulados hasta ayer (bajo la gobernación del actual diputado nacional de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo) pero hoy evidenciados y agravados por los efectos de la cuarentena inevitable”.
“Frente al parate recaudatorio en una situación fiscal endeble —continúa el documento— el Ejecutivo prefirió anunciar nuevos ajustes antes que generar nuevos ingresos desde grupos concentrados que —como se avanza en el gobierno nacional— no afecten a sectores medios ni bajos de la pirámide contributiva”.
El documento hace mención también a “la acumulación irresponsable de vencimientos de deuda que Mendoza heredó desde 2020 a 2024” y destaca que “el Frente de Todos propicia que la provincia siga el modelo del Poder Ejecutivo Nacional y adopte la misma estrategia de negociación para reclamar a los acreedores una quita de intereses y capital. E independientemente se pueda avanzar en las investigaciones que sean pertinentes respecto a megaendeudamientos”.
En Mendoza el Frente de Todos está integrado por diecisiete organizaciones políticas, doce de las cuales tienen rango nacional, como es el caso del Partido Solidario.
La redacción del anteproyecto de ley para crear un aporte extraordinario por parte de las grandes fortunas coordinada por el diputado nacional Carlos Heller empieza a disparar análisis similares en provincias como la de Mendoza, y promete agregar capítulos locales a la polémica instalada a nivel nacional entre los conservadores defensores de la concentración económica y quienes impulsamos una más justa distribución de la riqueza y el ingreso.
Si el proyecto nacional propicia gravar patrimonios superiores al equivalente a los 3 millones de dólares en una escala creciente y sobre unos 12 mil contribuyentes, las iniciativas en las provincias deberán apuntar un escalón más abajo para evitar dobles imposiciones. Las vías posibles son las de un impuesto extraordinario al patrimonio y la de la aprobación de una alícuota especial sobre los ya existentes impuestos provinciales patrimoniales (Inmobiliario y Automotor). También existe una tercera vía a través de un gravamen al traspaso gratuito de bienes (herencias, en especial las indivisas) que han tenido o tienen aplicación en provincias como Buenos Aires y Entre Ríos.
En fin, las búsquedas de recursos para contribuir a paliar los efectos sanitarios de la pandemia y salir de la recesión con posibilidades de comenzar a construir una economía más solidaria que la que arrodilló el coronavirus promete nuevos capítulos de discusión hacia adelante. Allí Mendoza será un seguro escenario. Y el PSol mendocino un activo protagonista.