Una marea de banderas verdes y negras se agitó durante horas en el acto que protagonizamos en Atlanta. Nuevamente, una energía profunda se expresó en esa multitud con sus convicciones y sueños de siempre. Por allí, nuevamente, anduvo esa hermosa magia de los encuentros colectivos. Estaban, en el escenario, Carlos Heller y Jorge Ferraresi. Estaban también Juan Carlos Junio, Julia Perié y un nutrido grupo de dirigentes del PSol de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires. Estaban, en las primeras filas, queridos compañeros muy respetados por todos nosotros como Julián Domínguez, Carlos Raimundi, Araceli Ferreyra, Alejandro Vanoli, Leopoldo Moreau, Héctor “Gallego” Fernández, Victoria Montenegro, Jorge Kreyness, Oscar González, Quito Aragón, Pedro Wasiejko, Eduardo Sigal, Gustavo López, Víctor Kot y María Elena Naddeo. Y estaban, agitando las banderas y produciendo esa magia de las multitudes que se encuentran, miles de militantes del PSol y de la agrupación de Ferraresi con sus cánticos y sus energías disponibles. ¿Y ahora qué? es la pregunta. Es decir: qué continúa, cómo seguimos empleando esa energía que se expresó en el acto, todos los días, en todos los frentes, en la política cotidiana. Dijo Carlos Heller en su discurso que había que retomar el rumbo abandonado por el actual gobierno y que el acto en Atlanta era parte “del proceso de construcción de la herramienta que necesitamos para recuperar ese rumbo”. Tenemos “otra idea de país” y tenemos energías militantes. En el medio el desafió: construir un frente político, amplio, plural y diverso. La herramienta para volver. Pero volver mejores. En confluencia con historias y tradiciones distintas. Abriendo, dialogando, con la plena convicción de que la Patria es el otro. Decimos: volveremos mejores. Pero para volver, para construir ese futuro, hay que desafiar todos los días el presente: desplegar esa energía profunda del acto en todos nuestros frentes. Seremos mejores si combinamos la alegría con el rigor, el entusiasmo con la seriedad, la calma con la rebeldía, la responsabilidad con la creatividad. Lo clásico con lo novedoso. Por eso, se vienen varios desafíos. En el territorio, con más propuestas conjuntas. Con más iniciativas. Y en la redes: confluyendo en herramientas comunes, con redes centralizadas que aumenten la interconexión, la organización y la capacidad de comunicación de nuestra organización hacia su interior y hacia todos los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. El acto fue un paso más de un camino que tenemos que construir entre todos. Volveremos mejores. Con otra idea de país. Todos juntos. Poniendo la energía del acto todos los días en todos nuestros frentes de trabajo, el futuro llegará más rápido. |