Por Catriel Etcheverri
El titular de la Lista 10, que el 23 de septiembre buscará la reelección enfrentando al estatal Pablo Micheli, estuvo acompañado por diputados de la centro izquierda cercana al gobierno. Prometió trabajar por la unidad de la central.
Acompañado sobre el escenario por todos los candidatos provinciales y con Jorge Rivas, Martín Saba-ttella, Carlos Heller, Ariel Basteiro, Vilma Ibarra, Carlos Raimundi, Eduardo Sigal, Luis D’Elía, Gonzalo Ruanova y Edgardo De Petri en la primera fila de la platea, Yasky se encargó de rebatir, sin hacer alusión directa, cada una de las críticas que le endilgan desde la lista 1, que lidera el secretario general de ATE, Pablo Micheli.
En este sentido, el ex titular de CTERA, a quien acusan de mostrarse demasiado cerca del gobierno nacional, señaló: “Hay que defender las conquistas logradas, pero también somos conscientes que si estos procesos políticos no se profundizan, los cambios se empantanan y se cede la iniciativa a los grandes grupos concentrados, por eso hay que profundizar los cambios y hay mucho por lo que tenemos que luchar todavía.” Advirtió además que “para lo que todavía se debe conquistar no vamos a esperar que nos digan desde una oficina del gobierno cuándo se puede avanzar y cuando no, tenemos que organizarnos y movilizarnos”.
Yasky cargó sin nombrarlo contra Micheli, al señalar que “se puede entender que haya sectores de la derecha, células reaccionarias que digan que todo esto es una mascarada, que no pasa de ser un ciclo más de populismo que ya se va a acabar. Lo que no se puede entender es que haya compañeros entrañables del campo popular que no vean que en este tiempo estamos construyendo, que estamos de pie, y vamos a defender todas las conquistas del campo popular.”
También se dirigido elípticamente a Micheli, cercano a las posiciones de Proyecto Sur. Yasky señaló que “el sindicalismo no es un engranaje del esquema oficial, pero tampoco de la oposición, el sindicalismo es de la clase trabajadora”.
“Ya no somos más la expresión de la testimonialidad, esa fue una etapa necesaria, ahora estamos en una etapa de ofensiva y la testimonialidad nos queda chica, tenemos que salir a luchar”, sentenció, al tiempo que enmarcó el proceso que viven la CTA y la Argentina en un contexto mucho más amplio, de alcance latinoamericano, cuyo inicio ubicó en el año 2005 cuando, en el marco de la Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata, los mandatarios de la región desafiaron al ex presidente George Bush al rechazar el ALCA.
“O profundizamos el modelo o retrocedemos”, insistió, y agregó: “por eso, para esta etapa, vamos con propuestas, con reformas estructurales de fondo, hay que terminar con la ley de entidades financieras de Martínez de Hoz. Basta de timba financiera, basta de especulación y hay que avanzar con una ley de reforma tributaria que funcione como un instrumento de justicia social, basta de joda, que paguen más los que más tienen.”
Tiempo Argentino