Estuvo acompañado por el candidato porteño Carlos Heller. El bloque oficialista lo saludó con reverencias. Un anticipo de lo que puede pasar después del 10 de diciembre, si el ex presidente decide asumir la banca.
La conmovedora asunción como diputado nacional del socialista Jorge Rivas contó con un componente impensado.
El ex vicejefe de Gabinete, que hace un año y medio quedó tetrapléjico en lo que se supone fue un intento de robo, convocó a la mayoría absoluta de una Cámara de Diputados paralizada desde hace casi dos meses.
Sin embargo, la sorpresa fue la presencia de Néstor Kirchner en el Congreso, un sitio al que siempre había asistido en carácter de presidente o de consorte presidencial.
Esta vez fue distinto. Casi sin quererlo, el santacruceño se probó el traje de conductor del bloque del Frente para la Victoria en Diputados, un rol que parece destinado a asumir a partir de diciembre próximo.
El ex presidente llegó al Parlamento a las 16 en punto acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el primer candidato a diputado por la ciudad de Buenos Aires, Carlos Heller; el senador Daniel Filmus, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Kirchner se ubicó en el palco de asesores del oficialismo junto a Randazzo y Heller. Allí, saludó a los miembros del oficialismo que se acercaron para abrazarlo.
Uno de ellos fue Agustín Rossi, el actual jefe del bloque. Poco después, Rivas ingresó al recinto en silla de ruedas asistido por una acompañante terapéutica. El encargado de tomarle juramento fue el presidente de la Cámara, Eduardo Fellner, quien pidió un cuarto intermedio de cinco minutos para permitir el desplazamiento del ex funcionario hacia su banca, acondicionada especialmente para que pueda votar y expresarse.
Los legisladores del kirchnerismo no pudieron evitar el trato reverencial hacia el jefe del PJ.
En la bancada K a nadie escapa que el primer candidato a diputado bonaerense por el Frente Justicialista para la Victoria parece haber cambiado de parecer en los últimos días. Desde la semana pasada, Kirchner viene prometiendo que asumirá su banca si, como se presume, es electo en los comicios del 28 de junio. Así, el ex presidente se autoexcluiría de la estrategia de las candidaturas testimoniales que sacó de la manga para elevar la performance de los candidatos oficialistas y condicionar el doble juego de los intendentes en el conurbano.
Consultado por periodistas, Kirchner recordó que Rivas fue funcionario de su gobierno. "Lo quiero mucho y es una alegría que esté en el Parlamento". Si el santacruceño cumple con su promesa, desde diciembre Rivas será uno más entre los diputados que acompañen las iniciativas del Poder Ejecutivo en el Legislativo.
Por la mañana, el ex presidente le había concedido una entrevista en la residencia de Olivos al periodista Samuel "Chiche" Gelblung para Radio Mitre. Allí, el ex presidente consideró "impertinente hablar ahora" sobre las presidenciales de 2011, salió a marcar diferencias con el candidato de la Unión-PRO Francisco de Narváez y volvió a elogiar al senador Carlos Reutemann. Sobre el empresario que es propietario del Canal América, Kirchner dijo: "Estoy en las antípodas de su pensamiento.
La visión de sociedad que tengo es muy distinta. Es un hombre de los años 90, que iba a ser ministro del presidente que no quiero nombrar por las dudas.
Era de los empresarios que lo rodeaban y pertenecen al modelo neoliberal de esa década".
En cambio, sobre el ex piloto de Fórmula 1, que también inició su carrera política en los albores del menemismo, afirmó: "Tenemos muy buena relación, pero en el espacio político gracias a Dios hay muchos dirigentes que pueden ser dignos presidentes de la Argentina".
21/05/2009 Crítica - Nota - El País - Pag. 5
