Por Eduardo Fernández | Diputado Nacional por Córdoba del Frente de Todos | Presidente del Psol Córdoba
El Frente de Todos tiene un gran desafío tras las elecciones del pasado 14 de noviembre, que es el de consolidar la unidad en la diversidad y el de afrontar el escenario político con decisión y retomando las bases del proyecto. Esto significa profundizar la apuesta a la recuperación de la industria y el trabajo, y continuar en la senda de la promoción y aprobación de políticas redistributivas que combatan la concentración de riquezas.
En ese marco, hay una certeza que ya planteó el presidente Alberto Fernández: se va a llamar a un diálogo amplio y plural a la oposición que esté interesada en poner a la Argentina de pie. Con un plan que busca mayor previsibilidad, nuestro espacio va a demostrar una vez más que se hace cargo del mensaje que dio gran parte del electorado en los comicios y en esa línea buscará consensuar con otros espacios políticos y sociales, entre otras cosas, la negociación con el Fondo Monetario Internacional, que tiene que ser digna y que debe respetar la propuesta de que no se pague la deuda macrista con el hambre del pueblo.
Eso sí, es necesario que la oposición cambie su actitud y tome decisiones en función de la razonabilidad y no en función de lo que indican los sectores concentrados de la economía. De nada sirven los intentos desestabilizadores que algunos espacios propician, por ejemplo en el seno legislativo, o las ventajas que buscan tomar algunos sectores sobre el descontento y la frustración que hay en muchas y muchos ciudadanos tras la doble crisis (la de la pandemia macrista y la de pandemia sanitaria).
Sabemos que con la recuperación económica que venimos experimentando aún no alcanza, pero el camino es el indicado. Como militantes tenemos que recuperar la confianza en la política, para neutralizar a los grupos que buscan explotar el descontento a partir del discurso del odio. A los problemas del país los va a solucionar la política, y no las propuestas extremistas que buscan, entre otras cosas, debilitar al Estado para que volvamos a vivir en una época donde reine la desigualdad y la pobreza.
Construir en Córdoba
En Córdoba debemos analizar la elección con más elementos, por la realidad que afronta nuestro espacio político en este distrito. Hemos reiterado en diversas oportunidades que tenemos que construir un proyecto desde Córdoba, y no contribuir con que nos piensen como una franquicia de un proyecto pensado en Buenos Aires.
Para eso debemos conformar una opción que tenga propuestas a diversos temas, entre ellos el “costo Córdoba” y las tarifas que abonamos las y los cordobeses debido a los desmanejos de la gestión de Juan Schiaretti; la desindustrialización que viene promoviendo la gestión provincial, con líneas de acción para combatir la pobreza y el desempleo; o la problemática del ambiente y la salud pública.
Está claro que el proyecto de Hacemos por Córdoba está agotado, y que no se sostienen la situación económica y la falta de oportunidades para la población. La renovación obligatoria que se dará por la imposibilidad de Schiaretti de repetir mandato, las internas en Juntos por el Cambio, y la ausencia de una propuesta progresista y popular cordobesa de peso nos dan la posibilidad de afrontar estos dos años con optimismo.
Como expresé anteriormente, urge democratizar nuestro espacio, brindarle mayor protagonismo al diálogo con los sectores de la militancia y construir, a partir de los proyectos locales, un discurso para disputar ideas y modelos en Córdoba. Sólo así podremos construir una opción hacia el 2023 que le devuelva la dignidad y la esperanza a las y los cordobeses.