"Una mejor distribución defiende el crecimiento"

12/01/2009


Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop
 
En el marco de los planes del gobierno para mantener el nivel de actividad y fomentar el empleo, la prórroga del régimen de inversión y promoción a la industria nacional de bienes de capital y maquinaria agrícola era esperable. Pero en esta ocasión se le otorgó un valor agregado: exigir el mantenimiento de la dotación laboral para poder gozar de sus beneficios y una mejora en su transparencia y eficiencia derivada de la digitalización de las facturas.
 

El régimen fue positivo en su aplicación en los últimos años, y posee un doble propósito: abaratar el precio de los bienes de capital colocando un arancel cero sobre las importaciones de estos bienes. A la vez, protege a la industria nacional con un crédito fiscal del 14% para aplicar a varios impuestos.
Además, este plan tiene una característica muy importante: beneficia mayoritariamente a empresas Pymes, cuya producción tiene un amplio efecto multiplicador sobre la economía. Es un buen ejemplo de la intervención del Estado a través de regulaciones económicas que conducen a un mejoramiento del sistema de producción, que se debe extender a otros sectores.
En este momento de incertidumbre, derivado de la situación internacional, el gobierno responde con planes de estímulo a la demanda, tanto posibilitando la compra de bienes durables, como otorgando un plus a los sectores de menores ingresos: trabajadores y jubilados, medidas que tienen efecto directo sobre la economía.
Complemento
Un complemento importante para que la demanda siga fomentando el mercado interno y éste el crecimiento del producto, es mantener, y eventualmente, elevar el poder de compra salarial. Muchas empresas vienen de años de altas ganancias y pueden sostener este proceso.
Otra de las características importantes de los planes implementados tiene que ver con la incorporación del sistema financiero. La reforma previsional implicó un fuerte cambio en el mercado de capitales, que estaba sustentado principalmente por las AFJPs que orientaban sus operaciones según los rendimientos. Ahora opera el Estado, y con un concepto diametralmente opuesto: se invierte para generar crédito a tasas accesibles, éste se orienta para financiar el consumo, la producción y obras estructurales que beneficiarán a la sociedad y crearán trabajo. El gobierno interviene directamente en la economía de acuerdo a un plan, aplicando políticas activas. Sería altamente auspicioso continuar en esta senda, teniendo el objetivo principal de mejorar la distribución del ingreso, la política más apta para defender el crecimiento productivo. (11-01-2008 / Diario popular)