Un paso adelante

10/03/2012

10/03/2012 Revista Debate - Nota -

Por: Carlos Heller Cambios propuestos, con la mira en la producción, la estabilidad y el desarrollo.

La modificación propuesta a la Carta
Orgánica del BCRA establece como funciones del BCRA, entre otras, la regulación y orientación del crédito, y la protección de los derechos de usuarios de servicios financieros y defensa de la competencia. Faculta a su directorio para dictar normas que preserven la competencia en el sistema financiero y para regular tasas de interés, ya que posibilita reglamentar las condiciones de crédito en términos de tasas de interés, plazos, comisiones y cargos, orientando su destino por medio de encajes diferenciales u otros medios. También faculta al BCRA para promover la inversión productiva a largo plazo, a través del otorgamiento de adelantos a los bancos para que los apliquen a este fin.

El proyecto también amplía las funciones del BCRA a promover, en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria y financiera, y el desarrollo económico con equidad social.

En función de estos conceptos, apoyamos plenamente la sanción del proyecto elevado por el PEN sobre la modificación de la Carta Orgánica y la Ley de Convertibilidad, puesto que es un gran avance respecto de la legislación actual y trabajaremos en el debate legislativo para continuar aportando nuestra visión.

Pero este proyecto no satisface la totalidad de nuestras aspiraciones y de los cambios que creemos imprescindibles. Hay una facultad para orientar el crédito, pero no hay una obligación para hacerlo, como está previsto en nuestro proyecto de Ley de Servicios Financieros. En el proyecto del PEN, se habla de orientación general del crédito, y no existe referencia alguna a que el mismo se oriente principalmente a las PyMEs o a hipotecarios para vivienda.

No nos sentimos decepcionados, nunca dijimos que nuestro proyecto contaba con el aval oficial, lo que no frenó en absoluto el empeño en que se concrete. En todo momento, explicamos que el lobby al que nos enfrentábamos era poderoso. De la misma forma, se expresó el lobby español, que se enfocó en defender la totalidad de sus inversiones en la Argentina. Creemos que esto ha influido para la mención de la presidenta sobre el “mucho ruido”.

Nosotros advertimos y podemos interpretar que el Gobierno evalúa que tiene varios frentes de conflicto abiertos y no desea ampliarlos, una estrategia que le compete específicamente. Cuando presentamos el proyecto de Ley de Servicios Financieros, dijimos que el principal logro era la existencia legislativa del proyecto, que permitía instalar el tema en el debate parlamentario y en la opinión pública. Por eso, no creemos faltar a la verdad si decimos que nuestro proyecto contribuyó a generar las condiciones para que el Gobierno decidiera realizar esta modificación de la Carta Orgánica, que es positiva.

La propia Cristina Fernández de Kirchner expresó que “siento que estamos transformando el país de hecho, pero no estamos plasmando en un plexo normativo lo que estamos haciendo”. Creemos que la derogación de las leyes heredadas de la dictadura y del menemismo es una condición necesaria para plasmar ese plexo normativo al que se refiere la Presidenta. Se está avanzando con la reforma a la Carta Orgánica del BCRA, pero todavía queda la derogación de la Ley de Entidades Financieras y de la Ley de Inversiones extranjeras, entre otras normativas, como la estabilidad fiscal a las mineras, o la definición de los propios contratos de explotación de los recursos naturales.

Nuestra definición ha sido acompañar a este Gobierno en todos los cambios positivos que ha implementado, pero también bregar porque los mismos se sigan intensificando, promoviendo cada vez más la profundización del modelo iniciado en 2003. Por eso, continuaremos con nuestra prédica y nuestros ideales, manteniendo viva la discusión de los principios que hemos venido sosteniendo. Y seguiremos trabajando por la definición de la actividad financiera como servicio público, que es una reivindicación histórica de nuestro movimiento cooperativo que seguiremos defendiendo con el mismo empeño hasta que la relación de fuerzas permita que se convierta en ley.

También seguiremos sosteniendo, como una bandera ideológica, la derogación de la Ley de Entidades Financieras que fue elaborada por la dictadura y es funcional al sistema de valorización financiera en desmedro de la producción impuesto por la dictadura y el menemismo.

En síntesis, nuestro trabajo no ha sido en vano: la tarea realizada generó condiciones y aportó ideas que contribuyeron a plasmar el proyecto que el PEN ha elevado al Parlamento.