Por Carlos Heller
El viaje de la Presidenta a Cuba confirma la visión de que estamos ante una oportunidad histórica en América latina. El continente, otrora alineado en las famosas relaciones carnales con la gran potencia del norte, hoy está surcado por vientos de esperanza. Existe hoy un nuevo mapa político en la región, que con todos sus matices y complejidades, está caracterizado por los procesos en curso en Venezuela, Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Paraguay y Argentina.
La histórica dignidad del pueblo cubano y su gobierno ha estado y está presente en la posibilidad abierta de lograr la consolidación de un proyecto regional con claros tintes emancipatorios. La visita de nuestra Presidenta y los acuerdos firmados entre ambos países marcan un nuevo tiempo en las relaciones bilaterales. Durante todo el tiempo que compartimos la estadía en Cuba se percibió una gran vocación de integración entre ambos presidentes, sobre todo por la magnitud de los acuerdos firmados. Las rondas de negocios realizadas vaticinan importantes avances en las relaciones comerciales con la isla. Además, debemos destacar el simbolismo político internacional que cobra esta visita incluyendo la reunión realizada con Fidel Castro. Simboliza algo que nosotros deseamos que se profundice: la voluntad de avanzar en la construcción de un proyecto regional que desde la diversidad de las realidades nacionales sostenga posiciones de autonomía contra toda pretensión imperial y permita construir un futuro compartido por las naciones de América latina y el Caribe. (Revista 7 Días / 23-01-2009)
*Presidente de Banco Credicoop y referente del Partido Solidario