Versión resumida del Informe político del Presidente del PSOL Carlos Heller
El árbol y el bosque
Hemos planteado que teníamos que consolidar el partido y ayudar a consolidar el espacio común que se llama Nuevo Encuentro, que estábamos construyendo con otras fuerzas políticas, con toda la conflictividad que el tema tenía, porque no podemos decir que en todos lados tenemos las mismas fuerzas políticas, tenemos particularidades. Algunas fuerzas tienen personería en los distritos, otras no.
Esto nos plantea desafíos y dificultades, porque lo queremos hacer marcando que somos una fuerza autónoma del gobierno, al que apoyamos decididamente, pero desde un lugar que queremos definir como autónomo, como independiente, que tiene capacidad para apoyar sin reservas todo lo que creemos que hay que apoyar, pero también de decir: “con esto no estamos de acuerdo”, cuando suceda, aspirando a que suceda la menor cantidad de veces posible. Porque no tenemos un afán autonomista que nos lleva a la necesidad de encontrar diferencias.
Lo que queremos es preservar el derecho a poder expresar esas diferencias cuando efectivamente existan. No se trata de un afán por diferenciarnos, sino que auténticamente somos una fuerza independiente. Hemos definido con amplitud en una reunión nacional del Frente Nuevo Encuentro, una manera genérica de plantear esta cuestión: formamos parte del espacio kirchnerista en construcción. Es un debate complejo que tenemos que entender primero para poder explicar después. Hay una disputa en ese espacio K en construcción que se va a ir agudizando en el proceso que va de acá al 2015, donde o se consolidará el rumbo progresista transformador que se afirma en el rol del estado, en el fortalecimiento del mercado interno, la integración regional, en la construcción de espacios comunes, en todas las cosas que estamos de acuerdo, o se licúa y aparece una de las alternativas blandas, moderadas, de derecha, que nos deje con el sabor amargo de la ilusión de lo que pudo ser y no fue, porque la conjunción de fuerzas no dio, por lo que sea. Y eso está todo por dilucidarse. Y nosotros no nos queremos subir a la tribuna a mirar cómo se dilucida, para decir estamos de acuerdo o no.
Hace ya tiempo hemos asumido la decisión de jugar. Jugar con riesgo de que no siempre se pueda entender con claridad, totalmente por qué hacemos tal cuestión, que es lo que pasa cuando uno se compromete y cuando asume posiciones concretas. Todo eso marca un universo de gran complejidad. Por qué? Porque hay disputa en todos los niveles. Ese espacio K en construcción es de tal amplitud, que cómo se dilucide y cómo se den los procesos de acumulación, va a definir el rumbo. Y nosotros que tenemos que hacer? Crecer, para poder incidir más. Si logramos en este proceso que va hasta el 2015 que nuestro partido y nuestro espacio común, Nuevo Encuentro (NE), avance, se consolide, se arraigue, adquiera mayor representatividad, sea más reconocido, mas escuchado, cuando llegue la hora de la pulseada podremos hacer un aporte mayor. Si solo somos testimoniales, puros, inmaculados, porque nos cuidamos, vamos a poder incidir menos. Desde luego que vamos a estar más cómodos, porque vamos a criticar, a decir que no nos gusta lo que está pasando. Pero no va a ser bueno. Ojalá podamos incidir, podamos tener mas peso en la pelea, nuestra voz sea más escuchada.
Si tuviera que hacer un balance objetivo diría que NE es hoy una fuerza muchísimo mas importante, más sólida, consolidada a su interior que hace un año. Creo que hemos ido controlando todo eso y ayudando con una actitud constructiva. Creo que el PSOL ha jugado un papel muy importante en todos los distritos a partir de esa convicción de construcción de la unidad en la diversidad. Hay una dirección consustanciada con esta idea de construir un espacio común que va ayudando a superar las dificultades que se plantean, que va ganado en la construcción de confianza entre los propios compañeros. Estamos en medio de todo ese proceso y además en nuestra relación con el espacio del FPV, con todas las dificultades que eso tiene. Siempre dijimos que queremos ser una fuerza autónoma, independiente y comprometida. Somos una fuerza política diferente, que tiene su identidad, su dirigencia, sus objetivos y que no quiere que se la confunda. No es fácil lo que tenemos por delante, es complejísimo, porque además, las proporciones juegan en contra. Pero si no damos esa batalla todos los días, vamos a desaparecer, nos vamos a diluir. Y eso no es siquiera bueno desde el punto de vista de la construcción de ese espacio K. Ese espacio necesita de jugadores autónomos, independientes y comprometidos como nosotros. Tenemos que actuar con la convicción de que somos un valor agregado positivo en ese proceso de construcción, aunque no siempre todos lo entiendan. Pero lo tenemos que hacer desde nuestra más profunda convicción.
Hemos tenido un ejercicio práctico notable en esto último que nos ha pasado, que marca exactamente la línea de cómo tenemos que trabajar. Me refiero al tema de la reforma de la Carta Orgánica del Central y nuestra ley de Servicios Financieros. Podemos hacer un curso de cómo tenemos que trabajar. Primero, el proyecto de reforma de la Carta Orgánica era bueno, había que abrazarlo como propio, porque si nos quedábamos en el enojo porque no se priorizaba nuestro proyecto, dejábamos de ver lo principal, que era un buen proyecto y teníamos que ponernos al frente, hacer lo que hicimos, pasar a ser los mayores defensores y difusores de ese proyecto. Nadie salió a militar ese proyecto como nosotros. Y eso nos permitió dos cosas: mejorar el proyecto, porque le agregamos varias cosas que lo hacen mucho más cercano a lo nuestro. Siempre me acuerdo lo que decía Floreal Gorini: “lo que importa es que silben la melodía, no tanto quien es el autor”. Y en este caso creo que vale ese recuerdo, porque si logramos que la ley diga muchas de las cosas que aspiramos, aunque no sea un proyecto nuestro, tenemos que militarlo, trabajarlo y hacerlo con convicción y entusiasmo. Porque creemos que es bueno para el país, para nuestra gente, para la ciudadanía, para el proceso en construcción.
Y la segunda, decir que no nos bajamos de nuestro proyecto. Y que la Presidente puede tener esa opinión de “mucho ruido y pocas nueces”, no salimos a polemizar con eso. Solo dijimos que vamos a adecuar el proyecto porque ya hay cosas que están resueltas y no hacen falta, pero vamos a presentar inmediatamente otro- porque ya perdió estado parlamentario el original- que va a estar en consonancia con esta reforma de la Carta Orgánica y que va a ser un complemento indispensable.
Creo que acertamos. Hicimos un ejercicio práctico excepcional, de cómo hay que separar las broncas, las cosas que no nos gustan y seguir trabajando por lo positivo, y no bajarnos de nuestro lugar. Y lo podemos hacer si somos una fuerza autónoma y si nos consolidamos Eso no quiere decir que cuando lleguen las elecciones no hagamos acuerdos electorales, si nos convienen, y que ni siquiera sean iguales en todos los distritos, porque en algunos lugares los aliados nos obligan a ir solos. Por ejemplo, creo que hoy en Mendoza, se abren condiciones interesantes para un trabajo con quienes gobiernan. Tenemos a la compañera Tatiana Musatto, subsecretaria de asociativismo y cooperativas, donde tuvimos un reconocimiento y asumimos un compromiso, porque ahí somos parte del gobierno.
Los compañeros de cada lugar tienen que funcionar con su visión local puesta en el marco de nuestra visión global, de nuestra estrategia común de que las cosas que vamos haciendo localmente. Que tengan todo el contenido de lo local pero que no entre en contradicción con lo que es nuestro proyecto general . Y eso también es un desafío de finos equilibrios
Viene por delante una etapa compleja. Porque el mundo está enormemente complejo, porque en nuestras vecindades las cosas están complicadas y es casi imposible que eso no pase por aquí, que estemos en un cofre blindado. Brasil, Europa, China.
Es un proceso complejo donde deberemos seguir ayudando a que las políticas públicas sean contracíclicas y que permitan morigerar el costo que la crisis va a tener. En el 2008-09 pasó y la crisis golpeó menos pero golpeó, porque hubo muchas políticas públicas que se llevaron a la práctica. Esas políticas públicas, las cuales compartimos, muchas veces se hacen de maneras que no estamos de acuerdo. Y otra vez ahí tenemos que tener la capacidad de no quedar enroscados en los argumentos de los enemigos, porque no son la oposición, que se agarran de esas debilidades para cuestionar las cosas de fondo. Se implanta la política de sustitución de importaciones, en eso estamos de acuerdo. Lo decíamos desde los 90, desde el menemismo, que había que proteger la industria nacional. Ahora, la política de sustitución de importaciones, tiene que ser eso, no el cierre de importaciones. Si el costo de defender este modelo significa que no pueden entrar quesos holandeses o casimires ingleses, no importa, vamos a sobrevivir. Lo que está mal es que no entre una pieza que hace falta para que ande una línea de producción y que, además, esa pieza no se fabrique en la Argentina. Eso es lo que hay que trabajar para que mejore, no tenemos que permitir-desde nuestro lugar y con nuestro aporte- que el árbol tape al bosque. Tenemos que ser críticos de lo que está mal, pero críticos desde el lugar positivo porque defendemos las políticas de fondo. Y eso es complejo. Porque a veces nuestros amigos del gobierno no tienen la capacidad de asimilar cuando uno hace esas observaciones. Pero las tenemos que hacer, con prolijidad y cuidado. Marcando nuestro compromiso con el rumbo y con lo que se está haciendo bien. Y diciendo lo que ha sido nuestra consigna de campaña “Por todo lo que se hizo bien y por todo lo que falta”.
Claro que hay muchas cosas pendientes. Somos conscientes que la política de recursos naturales requiere discusiones que aun no están dadas, y políticas que deben ser reformuladas, que la política de hidrocarburos no es la que nosotros quisiéramos que fuera. Somos una fuerza política autónoma. En lo que coincidimos vamos juntos y en lo que no, vamos a seguir marcando nuestras posturas, y vamos a seguir peleando. Creo que el balance es altamente positivo, que nuestra línea es correcta, la hemos venido manejando adecuadamente a nivel nacional y a nivel distrital y hay que seguir fortaleciendo lo que estamos haciendo, y eso nos va a dar buenos resultados, más tarde o más temprano, vamos a seguir consolidando la fuerza. Estamos haciendo las cosas bien, el rumbo que hemos elegido es el correcto y hay que sostenerlo con pasión, con entusiasmo, usando todas las herramientas.