28.07.2013 | Tiempo Argentino | Escenario Económico
Por Carlos Heller
Las preocupaciones del FMI y el caso argentino. El crecimiento y el aumento del consumo popular.
Las especulaciones fueron muchas, hasta que el vocero oficial intentó poner algo de orden al expresar que "la directora gerente del FMI ha retirado su recomendación de que el consejo administrativo del Fondo envíe un escrito en el caso argentino, luego de la decisión de las autoridades estadounidenses de no seguir apoyando", ya que el organismo no desea colocarse "en el medio de una disputa entre dos países miembros" (AmbitoWeb, 25/07/13). Una explicación llamativa dado que la disputa no es entre países, sino entre los fondos buitre y la Argentina.
Como comenté en la columna del domingo pasado, el Fondo no tiene la menor intención de apoyar a nuestro país, sino que su preocupación pasa por los efectos sistémicos del fallo. En una conferencia en Washington (04/06/13), Christine Lagarde fue explícita: "Debemos reconocer que, en determinado momento, el nivel de endeudamiento público de un país puede tornarse insostenible. Y por lo tanto, aunque debería ser un recurso de última instancia, es necesario un fuerte marco legal para soportar cualquier proceso de reestructuración. El litigio relacionado con la reestructuración de la deuda argentina, que se encuentra vigente, pone de manifiesto las vulnerabilidades legales que aún quedan pendientes de ser abordadas en esta área."
Está llegando el momento en que los acreedores, que hasta hoy se han visto beneficiados ampliamente con los salvatajes y políticas aplicadas, comiencen a participar de la factura, dado que las reestructuraciones de deudas soberanas son un camino que difícilmente se pueda evitar.
El fallo de Griesa pone en riesgo reestructuraciones pasadas como la griega, y especialmente las futuras, otorgando a los acreedores una primacía absoluta por sobre las realidades nacionales, y limitando severamente las políticas necesarias para enfrentarlas.
No es casualidad que Estados Unidos tenga el 18% de los votos en el Fondo, aunque su influencia en el organismo va más allá de ese porcentaje, ya que Lagarde ni siguiera sometió el tema a votación, como lo observó el representante de Brasil ante el FMI. Pero, además, el propio gobierno de Estados Unidos cambió de postura, dado que según versiones no desmentidas también iba a presentarse como "amigo" de la posición argentina, por las implicancias negativas que el fallo de Griesa tiene sobre la plaza de Nueva York como lugar fiable para las operaciones de pago mundiales.
Tampoco sería desacertado pensar que las fortunas aportadas a la campaña electoral del Partido Republicano por los dueños de los fondos buitre que están litigando contra Argentina les haya conseguido el favor de los legisladores para torcer una decisión del gobierno estadounidense contraria a sus intereses. De la misma forma, el poder financiero de Wall Street se siente más cómodo cuando los acreedores salen indemnes. Se trata de intereses muy grandes que siguen presionando sobre los gobiernos e instituciones multilaterales para tratar de imponer sus condiciones.
Inesperadamente fue Francia quien tomó la posta, preocupada por las implicancias del fallo Griesa, al presentar un documento "amigo del tribunal" en apoyo a la petición de la Argentina del 24 de junio último ante la Corte Suprema de los Estados Unidos.
La causa judicial y las apelaciones seguirán su curso, pero lo que queda claro es que lo que se decida finalmente será relevante en la puja entre los intereses de los acreedores y la soberanía de los gobiernos nacionales.
Siguiendo con el FMI, y ya en relación con la Argentina, este organismo acaba de informar sobre los resultados de la revisión que realizó al sistema financiero argentino, junto con el Banco Mundial. El FMI elogió la liquidez y la solvencia de los bancos, así como el crecimiento de los depósitos, aunque observaron la corta duración de los plazos fijos (La Nación, 25/07/13). Sin embargo, como no podía ser de otra manera, se criticó la política de orientación del crédito del BCRA y las inversiones de la ANSES, una postura previsible partiendo del fomento al libre mercado que sostiene el Fondo. Parece no haber observado el fuerte impulso que la línea orientada de créditos para la inversión productiva le ha dado al financiamiento a las empresas y a la inversión de las mismas.
En su plan regulador, de acuerdo a la previsto por su Carta Orgánica, el BCRA ha emitido varias circulares que perfeccionan las normas sobre "Protección de los usuarios de servicios financieros" estableciendo los derechos básicos de los usuarios, los requisitos mínimos de atención, y la recepción de denuncias de los usuarios por parte de la autoridad monetaria; esta semana se emitió una circular que regula los cargos y las comisiones que cobran las entidades financieras en sus productos y servicios, en especial sobre los créditos.
Según declaraciones de su presidenta, Mercedes Marcó del Pont, tanto la nueva Carta Orgánica como "una clara decisión política permiten combatir los abusos y garantizar el crédito a tasa fija para el sector productivo".
LOS RECIENTES DATOS ESTADÍSTICOS. Las cifras del intercambio comercial argentino arrojaron en junio de este año un saldo (exportaciones menos importaciones) con un crecimiento del 27%, el primer incremento significativo del superávit en el año. Sin embargo, varios medios informaron la caída del saldo comercial de todo el semestre, que llegó al 26%, cifra que está influenciada por el magro saldo del primer trimestre; también cargaron las tintas sobre el déficit energético como responsable de dicha evolución.
De allí que sea interesante desagregar el comportamiento de este año. En el primer trimestre las exportaciones cayeron un 2,5% y las importaciones crecieron un 4,9%, estas últimas impulsadas por un fuerte incremento de las compras de combustibles.
En el segundo trimestre, las exportaciones subieron un 11,4% y las importaciones un 17,1%; pero los principales items de aumento de las compras externas en este período fueron los bienes de capital y sus accesorios, mostrando un panorama distinto al primer trimestre, dado que se pone en evidencia que la inversión está despegando firmemente.
Se acaba de conocer el Estimador Mensual Industrial del Indec, que arroja un aumento del 3,8% en junio, lo que indica una tendencia de recuperación del crecimiento que no alcanza a todos los rubros.
En este mes influyó en el avance del indicador industrial el sector automotores, como lo venía haciendo en meses anteriores, más un crecimiento en el rubro de autopartes que alcanzó al 8,7 por ciento. Dos items muy vinculados con el consumo popular evidenciaron mejoras: la producción de alimentos aumentó un 3,1% en junio, mientras que la producción textil, que si bien arroja un leve saldo negativo en junio (-1%) es mucho menor que la caída evidenciada en meses anteriores. El cemento también exhibe un crecimiento importante de casi el 12%, mientras que metales como el acero y el aluminio siguen mostrando descensos importantes en la producción.
Intentando anticipar la evolución futura, los sectores vinculados al consumo masivo deberían seguir mejorando gracias al cierre de la mayoría de las paritarias, al fuerte incremento en jubilaciones, pensiones y Asignación Universal por Hijo, al aumento del salario mínimo vital y móvil recientemente acordado que se realizará en dos tramos, más la devolución del Impuesto a las Ganancias por el aguinaldo, que alcanzará a los trabajadores que ganan menos de $ 25 mil mensuales. Avances notables, que sumados a muchos otros existentes, tendrán un valioso efecto anticíclico y generarán una mejora en las condiciones de vida de importantes sectores de la población.