“Yo espero que, con la reapertura (del canje), la Corte Suprema de los Estados Unidos tenga un acto de sensatez, valore la buena fe de la actitud de la Argentina y falle a favor de nuestro país, realmente eso es lo que espero porque eso es de sentido común”, expresó esta mañana el diputado nacional Carlos Heller en declaraciones radiales. “Es una actitud de chantaje inaceptable que un pequeño grupo de acreedores se quede afuera y presione sobre el conjunto de una negociación y sobre el enorme esfuerzo que un país viene haciendo para honrar sus obligaciones y cumplir puntualmente a quienes le dieron esta chance a la Argentina, aceptando la renegociación en 2005 y en 2010”, completó el presidente de la Comisión de Finanzas de la cámara baja.
“En cualquier concurso de acreedores, cuando se pasa un cierto porcentaje, el resto de los acreedores tiene que aceptar la voluntad de la mayoría. Más aún, en los nuevos canjes de deuda soberana que se están haciendo ya se están poniendo este tipo de cláusulas, que obligan a los grupos minoritarios a aceptar la voluntad de la mayoría”, contextualizó Heller, candidato a renovar su banca en la lista porteña del Frente para la Victoria.
El legislador, en diálogo con Gustavo Sylvestre por Radio del Plata, cuestionó los argumentos de la Cámara de Apelaciones de Nueva York: “No es cierto que hay un grupo de tenedores de bonos a quienes la Argentina ha tratado diferente. Sino que hay un grupo de tenedores de bonos que se han puesto afuera de la oferta que la Argentina ha hecho y que han tratado por vía judicial de impedir la quita que Argentina negoció con el conjunto de los acreedores. La Cámara de Nueva York y el juez Griesa dicen que Argentina no ha dado señales de querer dar el mismo trato a todos los deudores y entiendo que en esa dirección va la reapertura del canje para que no haya ninguna duda, ningún juego de palabras, ninguna especulación”.
En esa misma línea, Heller recordó que “el año pasado el Gobierno argentino informó que estaba dispuesto a abrir el canje para facilitar la solución para quienes habían quedado afuera. El interés de la Argentina fue que entren todos, desde el primer canje”.
“Queda absolutamente claro que todos aquellos tenedores de bonos de deuda argentina que quieran ubicarse en situación de igual trato, van a tener nuevamente la posibilidad de hacerlo y van a tener las mismas condiciones que el 93 por ciento que ya aceptó y viene cobrando puntual y regularmente desde que se reestructuró la deuda”, completó.
Consultado sobre la recomendación de Carlos Melconián, economista del PRO, quien sugirió que hay que negociar con los fondos buitre, Heller fue categórico: “negociar es imposible, los canjes de 2005 y de 2010 tienen establecidas condiciones por las cuales si Argentina ofreciera mejores condiciones a otros tenedores de bonos, todos tendrían derecho a reclamar lo mismo. Con lo cual volvemos al 2001. Por lo tanto, ir a negociar con esta pequeña porción significaría reabrir la posibilidad de que todos los que aceptaron antes la negociación que Argentina planteó, reclamen igualdad de trato. Es un disparate, no se puede decir una cosa así, es poco serio”.
“Los fondos buitre son buitres porque han comprado bonos que estaban en default, porque es la estrategia que utilizan de manera permanente. De ninguna forma se puede hablar de acreedores de buena fe, estos no son pobres bonistas italianos que han sido engañados por entidades financieras, son gente que ha comprado deliberadamente a precio de remate, para obtener luego por esta vía una ganancia fenomenal. Ignorar eso o disimular eso es realmente inaceptable”, finalizó Heller.