Tiempo Argentino
Por Hugo Condorí
Es indispensable que Jujuy pase de ser una provincia monopólica y de monocultivos, a convertirse en un territorio participativo, de diversidad empresarial, con posibilidad para el desarrollo sustentable de las Pymes.
Una provincia en la que se rediscutan las políticas y las leyes de trabajo para todos, se establezcan cadenas de valor agregado con innovación tecnológica y social, porque poseemos productos diferenciados que pueden ser muy competitivos, y, sobre todo, tenemos un gran capital humano y cultural.
Nuestra ubicación geográfica permite, a través del proceso de integración latinoamericana y la creación del Parlasur, potenciar nuestra economía mediante la profundización comercial con los países limítrofes, oportunidad desaprovechada durante muchos años por la fortaleza creada por el modelo neoliberal, la crisis política en varios de los países de la región y las disposiciones caprichosas de las aduanas, que generaban posibilidades sólo para los grupos concentrados.
En todo ese tiempo, como paliativo hacia la enorme desocupación de las provincias, nacieron impulsos cooperativistas con una clara vocación asociativa, entre ellos, la cooperativa Tupac Amaru, liderada por la dirigente Milagro Sala, actualmente detenida por protestar pacíficamente.
La detención de la dirigente social y diputada del Parlasur constituye un claro intento de criminalización de la protesta social, destrucción del poder de movilización de las organizaciones populares y pérdida de capacidad de articulación solidaria.
El acampe pacífico frente a la gobernación por parte
de la Red de Organizaciones Sociales jujeñas, no constituye delito alguno, sino que se trata de una legítima manifestación de sectores de la economía social que piden ser atendidos por las autoridades ante la incertidumbre de la continuidad de sus proyectos productivos y su fuente laboral.
Las cooperativas en Jujuy venimos acampanado desde hace un mes sin tener repuestas, solo amenazas de quitar la personería de nuestras asociaciones, fundadas hace más de 16 años.
La acusación contra Milagro Sala no es por corrupción, como dice el gobernador Gerardo Morales (Cambiemos), sino por reclamar el derecho al trabajo y a la no aplicación de un modelo neoliberal, que trajo nefastas consecuencias en épocas pasadas.
Es imprescindible impedir el avance de este tipo de medidas, ya que, de lo contrario, se sentará el precedente judicial que permitirá que las protestas sean perseguidas y los dirigentes encarcelados.
Solicitamos la pronta liberación de la dirigente Milagro Sala; la situación actual pone en serio riesgo su integridad personal y afecta el Estado de Derecho y garantías individuales, como así también el cese de la persecución de militantes y organizaciones sociales.
Los cooperativistas reunidos en la Plaza General Belgrano, en Jujuy, siguen con el acampe y allí permanecerán hasta lograr la liberación de Sala y la apertura al diálogo con el Gobierno, a fin de tratar su situación laboral.
El rechazo del hábeas corpus y la negación a la libertad, solicitada mediante presentación judicial, fue un duro revés.
Las autoridades locales y nacionales deben respetar el derecho al reclamo público dentro del marco de la Ley, sin apelar a la represión ni a la criminalización de la protesta social, apostando en cambio a la resolución pacífica de los conflictos y al diálogo con todos los actores sociales políticos y económicos.
No debemos permitir que nos arrebaten nuestros derechos y destruyan nuestro espíritu solidario.
A poco de cumplirse 40 años del último golpe cívico-militar, honremos a nuestros 30 mil jóvenes detenidos desaparecidos.
Nota publicada en Tiempo Argentino, Miércoles 20 de Enero de 2016