01/11/2010 Tiempo Argentino - Nota
Para algunos es un movimiento. Para otros, el panperonismo, un espacio que contiene varias expresiones o el regreso de la mística.
Sobre esto, opina Carlos Heller Diputado de Nuevo Encuentro:
Esas definiciones te terminan limitando en el análisis. Nosotros hemos conformado un espacio en el que siempre hemos dicho que no formamos parte de lo que se conoce como kirchnerismo, y al mismo tiempo tenemos una enorme cantidad de identificaciones con las propuestas que lo que se llama kirchnerismo plantea. Esto es lo que todo el tiempo hemos estado expresando: nuestra voluntad de acompañar un rumbo desde un lugar autónomo y además intentando aportar a construir a un espacio común que pueda contener todas las identidades.
A veces, la palabra me limita, porque pareciera que para estar allí uno tendría que perder su identidad. No creo que eso sea bueno, porque cada uno desde su identidad interpela a un sector de la identidad, interpela a un espacio determinado interpela a una historia. Renunciar a esas identidades, lejos de contribuir a generar fortaleza, lo que hace es licuar posibilidades.
Lo que tenemos que ver es cómo encontramos el camino de armar lo que llamaría el Frente Amplio de Argentina, que tendrá que tener las características de la construcción y de las historias y de las identidades argentinas. Y que tendrá que tener el peso específico relativo en su conformación de lo que cada uno representa. Necesitamos una identidad que supere rótulos y títulos y que contenga lo mejor de las tradiciones del movimiento nacional y popular; lo mejor de las tradiciones de la izquierda marxista; lo mejor de las tradiciones que vienen de los radicales, de los socialistas. Hay mucho por sumar.
Reducirlo a una palabra por ahí es una limitante para generar la posibilidad de la construcción. Más que el título, lo que tenemos que discutir son los contenidos.
