Lo que está en juego el 28 de junio

30/05/2009

El obispo brasileño Helder Cámara resumía en un relato muy claro el cinismo del bloque dominante en su país. Decía: "Cuando le doy de comer a un niño hambriento dicen que soy un santo; cuando pregunto por qué tiene hambre, me señalan como comunista". La frase es reveladora sobre los grados de cinismo del privilegio, de ayer y de hoy.

Los grupos dominantes y sus representantes en Argentina reiteran esta curiosa estrategia discursiva. Así, Prat-Gay hace referencia a los grados de pobreza y miseria que tanto nos duelen mientras no cesa de insistir en la necesidad de retornar al redil del Fondo Monetario Internacional, una de las piezas fundamentales del andamiaje del pasado.

Elisa Carrió expresaba, acerca de las reuniones de Cristina Kirchner con Hugo Chávez y Fidel Castro, "todos están emocionados con lo que está pasando en el mundo con el triunfo de Obama, mientras que uno ve a Cristina Kirchner y parece estar en el túnel del tiempo" y agregó, irónicamente, "atrasan 50 años".

En la disputa con las patronales agrarias, Carrió asumió públicamente el interés de los sectores agroexportadores.

Las políticas subordinadas al Fondo, la crítica a la unidad latinoamericana o el apoyo a las patronales agrarias expresan todo un programa político inaceptable.

La eclosión de 2001 se nos presenta como el cierre de un ciclo histórico abierto con la dictadura genocida en 1976: la de las políticas del Consenso de Washington.

Se sustentaron en el egoísmo, la competencia y la desigualdad como sus valores esenciales. No queremos que se olvide la orientación de las políticas públicas que hoy, veladamente, nos prometen los representantes del privilegio: privatización, flexibilización laboral, apertura económica, relaciones carnales con el Imperio, destrucción del empleo, manipulación de la justicia, represión del conflicto social, judicialización de la protesta, impunidad, y podemos seguir con una larga enumeración de calamidades cometidas. Sus efectos se hicieron visibles muy pronto, y no hace falta abundar en los escalofriantes datos de esa coyuntura.

A partir de 2003, de manera gradual y muy trabajosa se comenzó a revertir el escenario: incremento del empleo, mejora de los indicadores sociales, el nombramiento de una Corte Suprema de Justicia independiente y calificada, unas relaciones internacionales solidarias con países de Nuestra América y de dignidad frente a los países centrales, la estatización del Sistema Previsional, de Aerolíneas, de la fábrica militar de aviones, etc. El listado de acciones marca la dirección correcta y sólo en este marco pueden entenderse las furias destituyentes de la derecha social y política.

El gobierno de Macri ha demostrado en la ciudad de Buenos Aires que el Consenso de Washington goza aún de buena salud. Su política impactó en la destrucción del espacio público, convirtiendo a la Ciudad en una oportunidad de negocios para empresarios amigos: redujo el presupuesto educativo, pero aumentó el 20% del aporte del Estado a la educación privada, redujo las becas educativas, dejó sin medicamentos a los hospitales, vetó la ley de creación del Laboratorio Estatal de Medicamentos, privó de presupuesto al Instituto Municipal de la Vivienda y todas las promesas de infraestructura no dan señales de vida. El neoliberalismo está vivito y coleando.

La lucha que hoy se libra es entre dos modelos de país. La oposición juega a ofrecernos como futuro las recetas del pasado. No dejamos de reconocer insuficiencias pero apostamos a profundizar el camino correcto. En el año 1964 en la campaña electoral de Chile, un cartel decía: "Con Frei, los niños pobres tendrán zapatos". Y garabateado se escribía en un lugar en blanco: "Con Salvador Allende no habrá niños pobres". Nuestro programa y nuestra perspectiva es la de una sociedad plena de justicia social. Entre pasado y futuro, por tanto, transcurren estos días. El 28 de junio puede ser un hito para enterrar el neoliberalismo en Argentina.

*Candidato a diputado nacional por el Encuentro Popular por la Victoria.

30/05/2009 Perfil - Nota - Ideas - Pag. 29