02/05/2010 Perfil - Nota - Economía - Pag. 30
Asegura que con Mercedes Marcó del Pont en el Central, el momento político no puede ser mejor para aprobar el proyecto. Tope a las tasas sólo para algunas líneas de crédito.
MATIAS BARBERIA
HELLER Y SU REFORMA A LA LEY DE ENTIDADES FINANCIERAS
Carlos Heller, el diputado aliado del kirchnerismo y figura principal del cooperativista Banco Credicoop, logró captar la atención de todo el sistema financiero argentino.
Su esperado proyecto de reforma de la Ley de Entidades Financieras que pretende redireccionar el crédito hacia las actividades productivas, considerar al sector un servicio público y poner topes a las tasas de interés para algunas líneas crediticias promete transformar radicalmente el negocio de los bancos.
El sector financiero, tradicionalmente alérgico a todo tipo de regulación, espera con nerviosismo.
En conversación con PERFIL, Heller intentó disipar temores y aseguró que con Mercedes Marcó del Pont en el BCRA el momento político no podría ser mejor.
—¿Cuáles son las principales diferencias entre este proyecto y la regulación actual? —En principio, la ley tiene un nombre que no es casual, es la Ley de Servicios Financieros para el Desarrollo Económico y Social.
Ello ya marca una diferencia con la actual, ya que no es la ley de las entidades financieras, sino la de los servicios. Definimos a la actividad financiera como un servicio público, por lo tanto el hincapié está en las necesidades del usuario.
—¿Qué tipo de regulación propone? —El proyecto dispone una fuerte orientación del crédito hacia los sectores micro y pyme, ya que establece que el 40% de la cartera de financiamiento al sector privado deberá estar orientado a ese destino. Para las empresas micro y pequeñas, además, habrá una tasa tope que saldrá del promedio ponderado de las tasas del sistema más el 5 por ciento.
—¿Es posible estimular el crédito al sector productivo a través de la regulación? —Para poner un kiosco en cualquier esquina hay que cumplir determinadas reglas.
Le pongo en números lo que pretendemos: hoy el total del financiamiento pyme es de $ 25 mil millones y con estas modificaciones, ese número llegaría sólo a $ 40 mil millones. No parece que eso pueda auyentar a un banquero ni a nadie.
—Pero algún motivo hay por el cual la banca no prioriza esos créditos por sí sola.
—Porque es más negocio dar crédito para comprar un televisor LCD que para comprar un torno.
—¿Empezó a negociar adhesiones? ¿De qué bloques espera apoyo? —Todavía no empezamos.
Los socialistas, Proyecto Sur y el GEN, entiendo yo, debería encontrar coincidencias con nuestra propuesta.
Desde el Peronismo Federal me dijeron que lo habían leído con interés.
Obviamente, además, aspiramos a sumar al Frente para la Victoria.
—¿Descuenta el apoyo del kirchnerismo? —Trabajé este proyecto durante toda la campaña, no es ninguna novedad para ellos, pero negociaciones cerradas no hay.
—¿Y que Marcó del Pont esté en el Central aporta a la viabilidad del proyecto? —La única copia del proyecto que yo entregué antes de la conferencia de prensa se la di a Mercedes Marcó del Pont. Cuando ella era presidenta de Cefidar (una fundación heterodoxa), trabajó también en un articulado similar. Creo que la oportunidad no puede ser mejor.
El proyecto
Define a la actividad financiera como un servicio público.
Pone un tope a las tasas que se les cobran a las pequeñas y medianas empresas.
Establece servicios esenciales dirigidos hacia los sectores de menos ingresos de la población, gratuitos o económicos.
Crea la Defensoría del Usuario de Servicios Financieros en el ámbito del Banco Central.
Constituye un Departamento de Atención al Usuario de Servicios Financieros en cada banco.
Define un Código de Conducta para las entidades.