Mientras intentan acordar con Aníbal Ibarra para enfrentar al macrismo, los referentes porteños del FpV ya se preparan para apoyar la candidatura a diputado del titular del Banco Credicoop, con una coalición progresista más amplia.
Por Martín Piqué
El progresismo porteño tiene por delante un desafío complejo: dispone de poco tiempo para encontrarle una salida al laberinto en el que se ha convertido la definición de las candidaturas. Con la cuenta regresiva de los plazos electorales alimentando las urgencias, el centroizquierda se prepara para resolver el crudo debate que recorre a todos los sectores de oposición a Mauricio Macri. ¿Cómo constituir la alternativa más competitiva para enfrentar la hegemonía del PRO? La discusión comienza a organizarse alrededor de tres actores: Aníbal Ibarra, la dupla Daniel Filmus-Carlos Heller y la probable convergencia de Pino Solanas y el bloque del SI. La sociedad Filmus-Heller promueve un frente común con Ibarra, pero el legislador no acepta ser el candidato del Frente para la Victoria. Las exigencias de Ibarra son conocidas: quiere ser candidato a diputado nacional por su Frente Progresista y Popular y, además, elegir en persona a los (pocos) dirigentes K que podrían acompañarlo. Si no hay acuerdo, el FpV ya tiene un hombre listo para lanzarse al ruedo, también como candidato a diputado. Se trata del propio Heller, presidente del Banco Credicoop y fundador del Partido Solidario.
Aunque todavía esperan un entendimiento con Ibarra, Filmus y Heller se están preparando para el caso de que la negociación se frustre. En ese caso, los dos tienen un plan para presentar una lista que represente a una coalición más amplia que el FpV. Con el apoyo de 16 fuerzas políticas, Heller se alista para competir desde el primer lugar de la nómina de diputados nacionales. Las primeras señales del inminente lanzamiento ya se pueden ver en las calles. Con fondo verde, en la ciudad abundan los afiches con el rostro de Heller y la leyenda “resiste un archivo. Chequealo”. Otro indicio de su desembarco en la campaña fue la convocatoria a todo el arco progresista que se realizó el viernes en las oficinas del Partido Solidario. Con la cooperación entusiasta de Filmus, Heller reunió allí a personalidades, fuerzas políticas y sociales de la ciudad de Buenos Aires. “Por la consolidación de una alternativa plural, progresista, nacional y popular”, fue el lema de la invitación.
Cuando terminó ese encuentro, Heller salió de sus oficinas y se entrevistó a solas con Ibarra. Heller le dijo que su propuesta era reeditar la coalición que enfrentó a Macri en la segunda vuelta de 2007. “No fuimos candidatos del kirchnerismo, sino que hicimos un acuerdo que conjugaba identidades distintas. Y nadie perdió su identidad por haber integrado esa fórmula”, fue uno de los argumentos planteados por Heller. La reunión duró varias horas, terminó sin resultados. Durante el diálogo, Ibarra ratificó que no quiere formar parte de una lista electoral del FpV. Obsesionado por el escenario post-2009, el ex jefe de gobierno porteño quiere mostrar la mayor distancia posible del kirchnerismo. Aunque eso no significa que Ibarra descarte incorporar a hombres vinculados al Gobierno. Pero sólo en su medida y armoniosamente.
Para dejar en claro el distanciamiento, Ibarra hizo varias declaraciones críticas hacia la Casa Rosada. Entre otras cosas, acusó al matrimonio Kirchner de “victimizarse” por “pura conveniencia electoral”. Los movimientos de Ibarra generan desconfianza en hombres del oficialismo, también conspiran contra la posibilidad de acordar una lista conjunta. Ese escenario es el que alimenta las chances de Heller de terminar siendo el primer candidato a diputado de una alianza entre el FpV y otras fuerzas.
La alternativa Heller ya recibió varias señales de aprobación, tanto en el amplio y desorganizado arco del progresismo porteño, como en la Casa Rosada. Cerca de Heller aseguran que el presidente del Banco Credicoop incluso recibió la promesa de apoyo total por parte de Néstor Kirchner si el acuerdo con Ibarra, como todo hace suponer, se cae definitivamente.
Pero la candidatura de Heller, sin embargo, todavía debe enfrentar algunas resistencias: el principal obstáculo es la falta de entusiasmo que genera su nombre en una buena parte del PJ capitalino. Uno de los portavoces públicos de esa opinión es Claudio Heredia, secretario de Asuntos Legales de la Secretaría de Legal y Técnica de la Presidencia. Ligado a Carlos Zannini, Heredia promueve todavía una hipotética postulación de Rafael Bielsa. “La fórmula debería ser Bielsa-Heller. Es la mejor alternativa, porque congrega al peronismo y al progresismo y nos permitiría hacer una excelente elección”, argumentan cerca de Heredia. Aunque hay quienes sostienen que la puja ya está definida a favor de Heller, otros se esperanzan con una bendición de último momento para el ex canciller.
06/04/2009 Página 12 - Nota - El País - Pag. 7