Página/12 | Opinión
Por Carlos Heller
El gobierno despliega su plan de crecimiento con la gente adentro, paso a paso y con un ritmo sostenido. Juntos por el Cambio recurre a diversas tácticas para desconocerlo. Una de ellas consiste en decretar la inexistencia del plan: para esa oposición, aquello con lo que no están de acuerdo no existe. Es como haberse llevado la materia democracia a marzo: el único proyecto que reconocen es el propio y, por lo tanto, tienen muchas dificultades para considerar la existencia de otro distinto. La segunda táctica consiste en descalificar el proyecto gubernamental por “electoralista”. El argumento es insostenible: las medidas que el gobierno está implementando son las mismas que propuso en la campaña en 2019 y que viene aplicando desde que asumió. No son iniciativas electorales porque son una constante: estuvieron antes y estarán después de las elecciones.
El Presidente, Alberto Fernández, por ejemplo, inauguró en la semana 100 obras públicas en 23 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 70% de ellas estaban paralizadas: habían sido iniciadas y, en algún momento, interrumpidas. Las mismas forman parte de las 1.819 obras en desarrollo en el país. En tanto, otras 1.133 se encuentran a la espera de ser aprobadas. Son proyectos para proveer agua, saneamiento, equipamiento urbano e hídrico, mejoramientos viales y de infraestructura social, entre otros. Durante el gobierno de Juntos por el Cambio muchas de estas obras no se terminaban. Por el contrario, la gestión actual las concluye en el menor tiempo posible. Ello no es casualidad: la distribución y rápida ejecución de las obras públicas en todo el país es un componente importante del modelo de crecimiento con inclusión que el gobierno lleva adelante, pese a las dificultades sanitarias. Estas iniciativas generan empleo directo e indirecto y, además del beneficio para quienes consiguen trabajo, ello redunda en un aumento del consumo, en suba de las ventas y, por lo tanto, en una mayor actividad económica.
Hay muchos otros indicadores que muestran el despliegue de este modelo de país. En la semana, por ejemplo, se anunció el incremento jubilatorio del mes de septiembre. El mismo se rige por la Ley de Movilidad Jubilatoria, sancionada por la actual administración, que repuso la vigencia de la fórmula de actualización de los haberes jubilatorios utilizada entre los años 2008 y 2017. Ella emplea un coeficiente con dos factores: 50% de variación del salario de los trabajadores y 50% de cambio de la recaudación impositiva. Durante los años en que esta fórmula estuvo vigente las jubilaciones crecieron en términos reales un 25,8%.
En un escenario de reactivación económica como el actual, los aumentos de la recaudación tributaria y de los salarios deberían tender a ganarle a una inflación gradualmente declinante. Es lo que comienza a suceder con el aumento de un 12,39% de las jubilaciones, pensiones y asignaciones en septiembre: con la última suba, éstas habrán aumentado unos puntos por arriba de la inflación, durante los primeros ocho meses del año.
Esta mejora de ingresos alcanza a más de siete millones de jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas pero también a más de nueve millones de niños, niñas y adolescentes beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. A ello hay que sumarle los adicionales que estableció la ANSES para complementar la movilidad jubilatoria. Con todas estas medidas, el gobierno está logrando que las jubilaciones comiencen a recuperar lo que perdieron durante la gestión de Mauricio Macri. Por supuesto: siguen siendo muy bajas y tienen que seguir mejorando, pero así se marca el inicio de un camino.
No son los únicos beneficios que están alcanzando a este sector. Recordemos, por ejemplo, el vademécum de 170 medicamentos gratis que implicó un ahorro promedio mensual de 3.700 pesos para cada afiliado y afiliada al PAMI (una medida prometida en 2019), el congelamiento de tarifas, el cambio en el mínimo de Ganancias que hace que 130 mil jubilados y jubiladas dejen de pagar el impuesto o la Ley de Zonas Frías que establece descuentos tarifarios para quienes residen en esos territorios, entre otras tantas medidas.
Durante esta semana el Presidente también presentó el plan AccesAr, cuyo objetivo es desarrollar políticas de inclusión para personas con discapacidad en los gobiernos municipales de todo el país. En el acto, que se desarrolló en la Agencia Nacional de Discapacidad, el jefe de Estado entregó la pensión no contributiva número 100.000. Entre 2016 y 2019, durante la administración de Juntos por el Cambio, el porcentaje de pensiones no contributivas denegadas creció del 4% al 62%, es decir, de cada 10 pensiones que se solicitaban 6 eran rechazadas. Entre 2020 y 2021, en cambio, se otorgaron 110 mil nuevas pensiones y se restituyeron 40 mil que se habían quitado a personas con discapacidad.
El gobierno también anunció una línea de créditos a tasa cero de hasta 150.000 pesos para monotributistas. Estos créditos se podrán pagar en 12 cuotas sin intereses, con 6 meses de gracia. La medida alcanzará a un millón de beneficiarios. En la práctica, se trata de un depósito de hasta 150 mil pesos en las tarjetas de crédito para ser destinados al consumo. Es una iniciativa que tiene como objetivo llevarle alivio a un sector muy castigado de la población y, al mismo tiempo, producir un nuevo estímulo a la demanda.
Ese conjunto de políticas activas se implementa en un escenario donde la utilización de la capacidad instalada en la industria, en junio, se ubicó en 64,9%. El año pasado, para el mismo mes, era de 53,3%. En junio del 2019, de 59,1%. En junio del 2018, de 61,8%. En junio de 2017, de 67,1%. Es decir, para encontrar un nivel equivalente de uso de la capacidad instalada actual, tenemos que remontarnos al año 2017. Además, de mayo a mayo, el empleo industrial creció 2,9% interanual.
El modelo de crecimiento con la gente adentro está en pleno desarrollo. Todas las medidas del gobierno apuntan a un mismo objetivo: recuperar para las mayorías la vida que queremos. No sólo decimos lo que vamos a hacer: además, lo que decimos ya lo estamos haciendo.