Por Eduardo Fernández
El presidente Alberto Fernández respondió con firmeza a la avanzada del sector de la oposición que sigue radicalizándose para generar un clima de división y enfrentamiento en un país en crisis, de la que mayoritariamente son responsables por de la desastrosa gestión en términos económicos y sociales que encabezó Mauricio Macri.
Por ello, pese a la demanda de tiempo y recursos para recomponer todo lo que destruyó el macrismo, a lo que se suma las consecuencias de la pandemia, este Gobierno definió una línea clara para reconstruir la Argentina: revalorizar el rol del Estado para fortalecer el tejido social, productivo y económico. Bajo esa premisa, por un lado, esta semana se continuó accionando para avanzar en la modificación de parte del sistema tributario, en el camino a hacerlo más progresivo.
Por otro lado, se sigue fortaleciendo la recuperación del sistema productivo, y se anunció una fuerte apuesta a la construcción a través de los programas de vivienda que presentó el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat Jorge Ferraresi. Estas medidas, y otras más, buscan recomponer el mercado interno y apostar a la generación de puestos de trabajo.
Un sistema progresivo
Durante la semana, en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados empezamos a debatir el proyecto sobre Ganancias que significará una rebaja impositiva a 9 de cada 10 empresas argentinas, a las que se les reduciría del 30 al 25 por ciento el gravamen, beneficiando principalmente a las PyMEs. Al mismo tiempo, el Gobierno nacional reglamentó la modificación del Impuesto a las Ganancias, medida que favorecerá a más de un millón de trabajadoras y trabajadores.
En contrapartida, la respuesta de los sectores concentrados, a través de los medios hegemónicos y de gran parte de la dirigencia opositora, es defender sus privilegios. En ese marco aparecieron presentaciones judiciales para no abonar el Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas aprobado en el Congreso, muchas de ellas de personalidades que están ligadas al macrismo o a los grandes grupos económicos opositores.
Esta posición marca lo que muchos de los sectores del poder vienen promoviendo, que es continuar con un sistema impositivo que fomente la desigualdad y la concentración, algo que choca con las intenciones de este Gobierno y de las personas que lo votaron, que es dirigirnos hacia un país más justo y solidario.
La salud primero
Mientras todos los datos y estadísticas demuestran un gran crecimiento en los contagios de niños, niñas y adolescentes, que por cierto aún no están vacunados, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a través de Horacio Rodríguez Larreta continúa insistiendo en la presencialidad de las clases. Buscan transformar esta pelea que originaron, en una bandera electoralista, contradictoria en los hechos con las gestiones del macrismo y del mismo Larreta, en cuyo mandato se experimentó una caída estrepitosa en los presupuestos para educación.
Más allá de las eternas contradicciones, vale plantear que es fundamental que las y los gobernantes entiendan que la salud está primero, y que defender la autonomía de cada distrito no implica poner en riesgo la vida y la salud de sus habitantes. Algo similar ocurre en la provincia de Córdoba, con el aumento de casos y la situación del sistema de salud.
Es hora de dejar de minimizar el virus y las consecuencias de la pandemia. Como planteamos anteriormente, es momento de que los encargados de los Ejecutivos provinciales tomen decisiones donde predomine la defensa de la salud y la vida, y no las aspiraciones personales. Tenemos que aprender de nuestros errores del pasado y demostrar que podemos ser mejores.
