La reorientación de subsidios no es “ajuste”

13/01/2012

Artículo publicado por: Carlos Heller

Hace tiempo que vengo escuchando que aquello que llamamos “sintonía fina” es en realidad un ajuste encubierto. Lo que yo creo es que la derecha tiene un enfoque –basado en el Consenso de Washington- que parte de la concepción de que los subsidios son malos por sí mismos. Lo que esta gente esta expresando, son sus ganas de que la Argentina comience un ciclo en el que se hagan ajustes al estilo europeo.

Uno de los argumentos que utilizan quienes creen ver políticas de ajuste, estaría dado en el tema de la suspensión de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos. Lo gracioso es que todos estos años se dedicaron a criticar los subsidios diciendo que había que eliminarlos, pero ni bien se tomó esta medida, empezaron las críticas por el “ajuste”.

Para ser contundente y que no haya ninguna duda de lo que pienso, estoy absolutamente convencido que el gobierno no impulsa ningún ajuste, sino todo lo contrario. Lo que el gobierno informó es que hay una reestructuración de los subsidios, por la cual van a van a quitárselos a aquellos sectores empresarios y de la población que tengan ingresos más que suficientes para no necesitarlos. Las PYMES por ejemplo, seguirán manteniendo los subsidios, porque las políticas de fomento al trabajo y empleo hacen necesario que este sector los mantenga.

Ahora, ¿qué significa la reorientación? Significa, ni más ni menos, que los esos recursos que hoy se están usando para subsidiar gente que no los necesitan, quedarán libres para ser utilizados en sectores que lo necesitan más, creando de esta manera políticas anticíclicas por el impacto de la crisis internacional.

Para ponerlo en ejemplos claros, si le sacamos el subsidio a una persona de alta renta, esa persona ahorrará menos, y si ese dinero se lo damos a alguien de bajos recursos, esa persona consumirá más. De lo que se trata es de que los subsidios se apliquen bien, ya que son una herramienta importantísima para mejorar las políticas de distribución del ingreso. Entonces, si tenemos una familia que vive, por ejemplo en un edificio donde hay una pileta climatizada, me parece absurdo que la sociedad en su conjunto esté subsidiando a esa familia, cuando con ese dinero se podría estar subsidiando más y mejor a la garrafa de gas, que tiene un precio altísimo y que lo pagan sectores de bajos recursos.

Que quede claro que en ningún lado escuché que esta redistribución o reorientación de los subsidios está destinada a achicar el gasto. En todos los discursos de la presidenta y de Boudou cuando era ministro de economía, siempre se habló de reorientar. Reorientar es dejar de dárselo a uno para dárselo a otro.