Por Eduardo Fernández
La presidenta del partido más importante de la oposición, Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri, denunció en un programa de televisión que el Gobierno nacional habría pedido coimas a la farmacéutica Pfizer. A las pocas horas, la empresa desmintió a la dirigente del PRO, que ni siquiera encontró eco entre los propios, por la escasa sustentabilidad que tenía la acusación.
Parto de la versión que intentó instalar Bullrich, porque entiendo que no podemos aceptar que la dirigencia política en general actúe de manera irresponsable. Hay que terminar con la idea de oponerse a todo de manera irracional, y pasar a una actitud que busque aportar soluciones y construir entre todos y todas una salida a la crisis actual.
El contexto en el que se da el accionar de la presidenta del PRO no es menor, porque ocurrió en medio de un llamado a marchar el 25 de Mayo “contra las restricciones del Gobierno nacional”, a través de una convocatoria en redes sociales. Esta movilización se dio en el peor momento sanitario, donde estamos ante una situación desesperante por la falta de camas y de profesionales que puedan hacer frente a la alta tasa de contagios que no cesa.
A diario nos encontramos con reclamos de diversos sectores de la salud pública sobre la situación extrema en la que se encuentran. En la Provincia de Córdoba, por ejemplo, pese a los dichos del vicegobernador Manuel Calvo, nos encontramos a diario con este tipo de situaciones.
Pero volviendo a las acusaciones opositoras, si bien Bullrich se desdijo rápidamente, sumó un elemento a las intenciones y acciones que vienen promoviendo algunos sectores políticos, que buscan atacar una campaña de vacunación que sigue creciendo, y que estaba llegando al número de 9 millones de personas inoculadas con al menos una dosis, al cierre de esta editorial.
Atacar la esperanza
Quiero retomar una definición del jefe de Gabinete Santiago Cafiero, que resume la posición de algunos sectores de la oposición respecto a la crisis sanitaria. “La Argentina está haciendo un buen trabajo con la vacunación. Los que creen que, atacando el plan de vacunación, se ataca al Gobierno, cometen un grave error porque se ataca la esperanza de la gente”, planteó.
En este punto, me permito ser un poco más pesimista que Cafiero, y decir que hay dirigentes opositores que tienen claro que hay que atacar la esperanza. Hoy nuestro país sigue avanzando en un plan de inmunización histórico, donde se comenzó por las personas de mayor riesgo y por el personal esencial. Las noticias indican que Argentina sigue avanzando en convenios y que vamos camino a seguir fortaleciendo la campaña.
En este marco, los intereses de algunos sectores quedan claros. Ya hemos hecho un esfuerzo muy grande como sociedad para poder superar esta crisis, a la que se sumó la económica, heredada en gran parte por las políticas que tomó Cambiemos entre 2015 y 2019.
Hay que evitar tirar todo ese esfuerzo por la borda, sabiendo que hay un plan. Por ello en el plano económico el Gobierno sigue apostando a la industria, la producción y el trabajo, buscando un equilibrio con el cuidado de la vida. Hoy, más que nunca, no podemos dar lugar al individualismo, porque la salida es colectiva, empática y solidaria.