Página/12 | Opinión
Por Carlos Heller
Durante la semana la Cámara de Diputados de la Nación aprobó y giró al Senado el proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias que elimina la cuarta categoría —que grava los sueldos de trabajadores/as, jubilaciones y pensiones— y crea el nuevo régimen de Mayores Ingresos para quienes cobran actualmente más de $1.770.000, el equivalente a 15 salarios mínimos.
La iniciativa obtuvo media sanción en Diputados con el apoyo de 135 legisladores. Esta mayoría, transversal, diversa y amplia sumó, a los 117 diputados/as presentes del Bloque del Frente de Todos, 18 diputados/as de distintas fuerzas políticas. Los 103 que se opusieron integran el Interbloque de Juntos por el Cambio.
No fue el único proyecto tratado en Diputados. Además, se aprobó y giró al Senado la creación de cinco universidades con el apoyo de la misma mayoría que aprobó el proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias, a la que se sumó un grupo de diputados/as de Evolución Radical.
También obtuvo media sanción el proyecto de Ley de Generación y Fortalecimiento del Empleo Argentino “Empleo MiPyME”. Este último apunta a resolver la informalidad laboral creando un régimen de incentivos para que las empresas incorporen nuevos trabajadores/as o registren los no registrados/as. Según datos del Ministerio de Trabajo, el 74% de los trabajadores/as en las empresas de menos de cinco integrantes son informales.
El proyecto girado al Senado propone una reducción de hasta el 100% de las contribuciones patronales por un lapso de 24 meses para las pequeñas empresas. Este beneficio incluye a los jóvenes de entre 18 a 25 años inscriptos en el programa Primer Empleo. Para el resto de las empresas, se promueve una reducción de las contribuciones patronales de entre el 50 y el 75% si se trata de trabajadores/as que no reciban planes sociales y del 100% para aquellos que provengan de un plan social o ingresen por el programa Primer Empleo. Los asalariados/as que sean formalizados y estén recibiendo planes sociales podrán mantenerlos como complemento del salario durante 24 meses.
La iniciativa tiene como objetivo “fomentar la contratación de trabajadores, incluyendo la de aquellos jóvenes que accedan al mercado laboral por primera vez, y la transformación gradual y con un criterio federal, de los planes, programas sociales y prestaciones de la seguridad social en trabajo formal”, tal como sostiene el proyecto de ley.
Otra medida significativa es la que establece la devolución del 21% del IVA para la compra con tarjetas de débito de los productos de la canasta básica, que alcanza a todas las personas que ganan hasta $708 mil mensuales, cuyo proyecto para que quede normado por ley fue enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso el pasado viernes.
Volviendo al proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias, ¿cuál fue el principal argumento de los legisladores de Juntos por el Cambio para oponerse a la medida? Un clásico: el supuesto aumento del déficit fiscal. Lo hemos dicho muchas veces: nosotros no somos partidarios del déficit, somos enemigos del ajuste para resolverlo. Por eso, proponemos distintas iniciativas para aumentar los ingresos tributarios de modo progresivo. Por ejemplo, está pendiente de tratamiento el proyecto de ley sobre la Exteriorización del Ahorro argentino, que permitiría cobrar una tasa sobre esos bienes no declarados. La estimación que hace el Poder Ejecutivo es que ese proyecto, de ser aprobado, generaría un ingreso fiscal del orden de los U$S 5.000 mil millones.
En la misma línea, en la separata que se envía al Congreso en el proyecto de presupuesto 2024, se incluyen las excepciones y dispensas tributarias que, en total, producirían un impacto negativo de 4,72% del PBI en la recaudación nacional durante ese periodo. Esa pérdida de ingresos, que compite con la posibilidad de diseñar un sendero fiscal de mediano plazo con superávits primarios sostenibles, podría ser analizada por el Parlamento y, eventualmente, disminuida. Con algunas reducciones que se podrían implementar pasaríamos de un proyecto de presupuesto con 0,9% de déficit para 2024 a otro con más de 1% de superávit.
Por otro lado, la OCDE sostiene que las grandes empresas globales deberían estar sujetas a un tipo impositivo mínimo del 15% y ese es otro de los caminos a explorar para la generación de nuevos ingresos. Este tipo de gravámenes se están debatiendo en el mundo entero: hay proyectos similares en varios países de Europa y en los EE.UU.
También en la semana, la AFIP, a partir de los nuevos mecanismos de intercambio de información, denunció a evasores que han dejado de pagar el Impuesto a los Bienes Personales por $330 mil millones, según el gobierno una cifra similar al esfuerzo fiscal hasta fin de año que implicarán las nuevas medidas de devolución de IVA a asalariados, jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Hay dos modelos de país. El que promueve Unión por la Patria cree en el rol del Estado, en las regulaciones, en la progresividad impositiva para que los que tienen mayor capacidad contributiva aporten más para aliviar a los que tienen menos, entre otros ejes. Por otro lado, está el modelo de país de los que aseguran que el mercado es el “sabio asignador de recursos” y que hay que dejar en sus manos el funcionamiento de la economía y de la sociedad. Esto es lo que subyace en todos los debates. Por eso nosotros decimos que en las próximas elecciones hay varios candidatos, pero sólo dos modelos de país.
Y así como hay dos modelos, hay dos modos de reducir el déficit fiscal. Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza proponen achicarlo a través del ajuste generalizado, cerrando ministerios, reduciendo el empleo y la obra pública, recortando los presupuestos de salud, educación, ciencia y tecnología y suprimiendo los planes de vivienda, entre otros preocupantes planes de recorte. Unión por la Patria, por el contrario, cree que el déficit se resuelve prioritariamente por la vía de aumentar los ingresos: por ello, propone avanzar sobre aquellos sectores que tienen mayor capacidad contributiva y generar una pirámide impositiva más progresiva. Un ejemplo fue la sanción del Aporte Solidario de las grandes fortunas.
El gobierno avanza con una combinación de fuerte iniciativa y creatividad política. Mientras las oposiciones impulsan, con dinamita y motosierra, su modelo de tierra arrasada, el oficialismo propone para el futuro su modelo de crecimiento, distribución y democracia que ha comenzado a profundizar en el presente.