Heller: “No era «campaña del miedo», era un anticipo de lo que están haciendo”

01/02/2016

“No era «campaña del miedo», era un anticipo de lo que están haciendo”

“Lo que están haciendo es lo que anunciaron, más lo que podíamos suponer que iban a hacer. Cuando durante la campaña denunciamos lo que iba a pasar, nos acusaron de hacer una «campaña del miedo». No era «campaña del miedo», era un anticipo de lo que están haciendo”, sostuvo esta mañana el diputado nacional Carlos Heller (Partido Solidario) al ser consultado por las primeras medidas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri.

“Ideológicamente el modelo económico de Macri es muy parecido al que se implementó en los noventa y durante la gestión de Martínez de Hoz. Los escenarios no son iguales, la situación del país no es la misma, pero desde el punto de vista de los ejes ideológicos está claro que es el mismo modelo”, expresó Heller en diálogo con Radio Universidad de Rosario.

“Cuando el Presidente decide que no le duele la costilla para ir a Davos pero que le duele la costilla para ir a la reunión de la CELAC, está claro que establece una prioridad. Los gestos no son casuales. Cuando la Argentina pasa de tener una fuerte alianza con los BRICS a decir que hay que reinsertarse en el mundo y lo primero que hace es tratar de componer la relación con el FMI y con Davos está definiendo en qué mundo quiere estar”, dijo Heller y en ese mismo sentido agregó: “Cuando la canciller dice «el ALCA no es una mala palabra» o que vamos a acercarnos a la Alianza del Pacífico está apuntando a definir un modelo de país”.

Para el referente nacional del movimiento cooperativo, el nuevo gobierno cuenta con “un gran apoyo mediático” que le permite instalar una separación entre “lo que serían sus objetivos y los caminos para llegar a esos objetivos”. “Cuando el Presidente de la Nación dice que sus objetivos son crear empleo y llegar a pobreza cero, combatir el narcotráfico y terminar con la conflictividad social, ¿quién podría estar en contra teóricamente de esas cosas? La clave no está en los qué sino en los cómo –explicó Heller-. Parece complicado llegar a pobreza cero cuando lo primero que hace es generar despidos y plantear que los aumentos salariales tienen que ser menores que la variación de los precios, o cuando amenaza con abrir las importaciones como ya se hizo durante los noventa y durante la dictadura”.

El diputado también manifestó que devaluación y tope a las paritarias son dos ejes de un mismo proyecto: “Lo que hay que entender, y esa es la clave, es que la devaluación y el tope a las paritarias forman parte de un mismo paquete de medidas. Las devaluaciones carecen de sentido si no logran modificar los precios relativos internos. ¿Qué quiero decir con esto? Que si el gobierno devalúa la moneda, los precios de las mercancías suben el mismo porcentaje que se devaluó y los salarios recuperan ese porcentaje, desde la perspectiva del macrismo habría que devaluar de vuelta porque estaríamos en el punto de partida”. “Siempre desde la visión del actual gobierno, para que la devaluación sea «exitosa» tiene que producir un desfasaje en el precio del trabajo”, puntualizó Heller durante la entrevista que le realizó el periodista rosarino José “Coco” López.

En ese mismo marco, el legislador del Partido Solidario inscribió el viaje del Presidente al Foro Económico Mundial: “El gobierno argentino fue a Davos. ¿Qué piden allí los CEOs de las corporaciones? Salarios en dólares más bajos, menos impuestos y libertad para llevarse las utilidades sin restricciones. Los inversores van a venir si tienen asegurada la desregulación laboral, es decir: facilidad para despedir, menores costos por despidos, menores salarios reales y desregulación en todos los otros aspectos que bajen los costos laborales indirectos”, precisó.

Finalmente, consultado sobre los cambios que la nueva gestión va a implementar en el Plan PRO.CRE.AR, Heller opinó que “no hay ningún plan de vivienda social que pueda funcionar con las tasas del mercado”. “¿Por qué era exitoso el PROCREAR? Porque el PROCREAR tenía una tasa fuertemente subsidiada y además un rasgo inversamente proporcional al ingreso: la tasa era decreciente y el plazo era más largo para los que ganaban menos; tenía un principio de justicia distributiva y por eso tuvo éxito en un segmento que de otra manera no puede acceder a la vivienda”, explicó el legislador por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.