"No es una pelea, ni mucho menos una cuestión personal. Nosotros constituimos un Frente que se basó en algunas premisas: un fuerte compromiso con el espacio común en el que participábamos y al mismo tiempo la preservación de rasgos de identidad y autonomía, que son nuestras características fundacionales. Esto se fue diferenciando y creo que fue claro en el acto de Atlanta, en las expresiones del discurso de Sabbatella y el mío”, explicó esta mañana Carlos Heller, presidente del Partido Solidario (PSol), al referirse a la reciente disolución del Frente Nuevo Encuentro, que su fuerza política integraba junto al Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE), que conduce Martín Sabbatella.
En diálogo radial con Eduardo Aliverti, Heller leyó un segmento del discurso que pronunció en el estadio de Atlanta en octubre del año pasado: “Nosotros no nos sentimos aliados del kirchnerismo, nos sentimos parte del kirchnerismo. Somos, en todo caso, una de las puertas de entrada al kirchnerismo, como lo son La Cámpora y el Movimiento Evita y todas las otras expresiones que se unen para construir esa gran fuerza transformadora que este país necesita y requiere. Pero lo tenemos que hacer manteniendo nuestros rasgos, identidades que se nutren como dijimos de todas las corrientes que abrevan en ese pensamiento nacional, popular y transformador”. Y agregó: “¿Porqué me estoy citando? Porque ya en ese momento entre el EDE y nosotros, las dos fuerzas que a esa altura componíamos el espacio del Nuevo Encuentro, existía una discusión política, entre la tendencia a la mimetización del EDE y nuestra preocupación por el mantenimiento de la identidad”.
“El sabbatellismo está convencido de que debe parecerse lo más posible a otras organizaciones, perdiendo, disimulando, diluyendo sus rasgos identitarios originales, y nosotros creemos que tenemos que fortalecerlos, mantenerlos, enriquecerlos, en el marco del mismo compromiso político”, añadió el referente nacional del PSol en su habitual columna de los sábados en Marca de Radio.
Más tarde Heller agregó que al debate alrededor de preservar o no las identidades se sumaron “incumplimientos de compromisos políticos que generaron distanciamientos y discusiones”. “El cierre de las listas (para las PASO en la CABA) nos llevó a una situación no deseada y cuando se concretaron las precandidaturas de Gabriela Cerruti y la mía para jefe de Gobierno, en una reunión con la dirección de los dos partidos y teniendo en cuenta que había dos precandidatos del mismo frente, Sabbatella asumió el compromiso de abstenerse de dar apoyos explícitos, cosa que luego no se concretó, ya que en la práctica apoyó abiertamente a Cerruti militando su campaña. Luego de eso nosotros intentamos marchar juntos el 24 de marzo y se nos dijo que no”, enumeró el líder del Partido Solidario.
Heller defendió la autonomía de la fuerza política que preside pero subrayó que desde ese lugar el PSol trabaja permanentemente para fortalecer el proyecto político, económico, social y cultural iniciado en 2003: “Los liderazgos y el compromiso se ven en lo cotidiano, en la forma en que uno actúa y defiende este proyecto y desde ese punto de vista nuestra fuerza ha levantado permanentemente todas las banderas”.
“Quiero ser clarísimo: El EDE no es el enemigo del PSol. El EDE y el PSol siguen siendo parte del mismo espacio kirchnerista. Los dos partidos estamos en Unidos y Organizados, en el Frente para la Victoria, y en el comando de campaña de Recalde. Lo que dejamos de tener es una alianza particular dentro de la alianza más grande, pero seguimos conviviendo como convivimos con otras fuerzas. El Frente para la Victoria tiene 14 fuerzas; el EDE es una, y nosotros somos otra de esas 14 fuerzas”, puntualizó el dirigente cooperativista.
“Nosotros seguiremos construyendo nuestro Partido Solidario, tratando de engrandecerlo lo más posible, y el EDE tendrá su propia estrategia, pero ambas fuerzas políticas nos sentimos -con legítimo e igual derecho- afluentes, partícipes de la construcción del kirchnerismo en la Argentina”, finalizó Heller.