06/08/2012 - Diario La Capital (Rosario) - Economía
"Hace falta una reforma impositiva para poner un techo a las ganancias de los formadores de precios". Así lo aseguró Carlos Heller, diputado por el Partido Solidario (PSOL) y presidente del banco Credicoop, y en ese marco se encuadra el nuevo proyecto de ley de Servicios Financieros que acaba de presentar en el Congreso, que apuesta a derogar aprobado en la última Dictadura Militar (1977).
Heller llegó a Rosario para participar de una jornada organizada por Fecotel, donde disertó sobre el rol de la economía social. En el año internacional del Cooperativismo, Heller analizó la situación del movimiento en el país. Dijo que esa forma de organización de la economía tiene un enorme futuro. "Antes el cooperativismo quedaba sólo como opción cuando alguna empresa quebraba y había que salvar a los trabajadores. Nosotros estamos planteando una visión absolutamente superior. Estamos diciendo que los grandes emprendimientos deben hacerse en los ámbitos de la economía social, que es una conjunción de lo público estatal con lo público cooperativo y este es el nuevo modelo de sociedad hacia el que hay que apuntar".
—¿Dentro de las políticas que hay que fortalecer se encuentran las vinculadas a las restricciones a las exportaciones y la compra de dólares?
—Sin dudas es el camino. Yo en realidad siempre estuve de acuerdo con este tipo de medidas, y ahora se están llevando adelante. Sin embargo, creo que si hay alguna cosa que debería ingresar al país y no se está produciendo tampoco, por ende falta y es de importancia, está muy mal. Debe tratarse de alguna falla de la política, porque justamente la sustitución de importaciones apunta a no traer de afuera las cosas que se producen en el país. Respecto de las medidas vinculadas al dólar, insisto en que se deben profundizar para fortalecer nuestra soberanía monetaria. Los dólares, si vos tenés que importar, están. Para pagar la deuda externa, también están porque estamos cumpliendo como nunca. Además, hay cuestiones que no son lógicas, por ejemplo, la construcción. A los obreros se les paga en pesos, los materiales para todo el proceso de construcción se compran en moneda nacional y sin embargo el precio final es en dólares. Esto no puede ser. Estas medidas buscan poner en el valor real las cosas.
—¿Qué expectativas tiene sobre anuncio oficiales de crédito a la producción a través de entidades privadas?
—En principio hay que decir que este financiamiento se logra después de la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que entre lo más destacado, explicita que el Central desarrollará su accionar en el marco de las políticas públicas que fija el Ejecutivo. Por eso, el anuncio de la línea de créditos lo hizo la presidenta. Además, la Carta Orgánica habla de proteger el valor de la moneda, del apoyo a las economías regionales, a las pymes, a las fuentes de trabajo. Entonces ahora el Banco Central tiene otro mandato, que para cumplirlo, se le otorgó una serie de facultades, entre ellas, orientar y regular el crédito. Esto para los bancos privados fue una sorpresa porque es la primera vez que se toma una medida así. Creo que se tendrán que acostumbrar a convivir con la idea de que este Banco Central tiene facultades para orientar el crédito, fijar tasas máximas, plazos y destinos para el desarrollo del país.
—¿Cuánto impactará en las pymes este beneficio de acceso al crédito?
—El financiamiento es muy importante, pero no es lo único que se necesita. Justamente hace apenas unos días atrás salieron varios decretos donde se establece que el Estado le compra al Estado. Esto es una medida de una enorme trascendencia porque la desregulación había generado que los empleados de un Ministerio nacional cobraban sus sueldos en un banco extranjero, y eso nos remite a los años donde se buscaba terminar con nuestro sistema financiero, privatizando todos los bancos, como le pasó a esta provincia. La recuperación de distintas áreas estratégicas para el Estado hace que puedan exigirse determinadas cosas. Ahora, insisto en que falta mucho trabajo aún. Está faltando el "Compre pyme", una política muy exitosa de Brasil que implica que, aunque sea un poco más caro, el Estado priorice la compra a una pyme porque se entiende que de ese modo se fomenta el empleo y el beneficio viene por otro lado.
—¿Cómo terminará este segundo semestre que ya transitamos?
—Así como no creo que a la Argentina le fue bien cuándo había vientos de cola, tampoco hoy acepto que si hay dificultades es producto de las políticas internas. Tenemos un contexto de crisis mundial. Sin embargo, creo que hay algunas señales que nos permiten tener una visión optimista para este segundo semestre, sobre todo las que vienen de Brasil. Esto es importante porque una cuarta parte de nuestro comercio exterior está dirigido a Brasil, con lo cual si se desacelera inmediatamente repercute en nuestro país. No obstante, Brasil tomó medidas de reactivación que hacen que la economía brasileña se recuperará rápido, impactando positivamente en Argentina. Tuvimos una cosecha mala, pero vamos a tener ahora una muy buena, con precios que difícilmente se puedan mantener en estos valores altísimos, pero que quedarán en precios altos, lo que hace pensar que desde el punto de vista de balanza comercial las cosas irán bien en el 2013. Imagino un 2013 de cosecha récord, con importantes ingresos para productores y el fisco.