Miradas Al Sur
Entrevista a Carlos Heller
Carlos Heller es diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires desde 2009 luego de 47 años de experiencia de gestión pública no estatal, de ser presidente del Banco Credicoop y de haber sido vicepresidente de Boca Juniors. Integra el Frente para la Victoria desde el Partido Solidario. En diálogo con Miradas al Sur antes de que el FpV definiera su posicionamiento en vista del balotaje, sostuvo: “Estamos todavía haciendo el análisis profundo de lo ocurrido, pero si uno mira las elecciones de la CABA de los últimos 12 años, salvo en las que Cristina obtuvo el 54,11% (que en CABA ganó con el 35,42%), el FPV siempre rondó el veintipico”. Reconoció que el FpV tuvo dificultades para hacer llegar su mensaje. “Pero no creo que la Ciudad sea una cusa perdida”, dijo y sostuvo que es en CABA donde más se siente el peso de los medios concentrados. “UNEN y ahora ECO, el FpV y el PRO tuvieron un caudal parecido al de hace 2 años”, subrayó y revisó que históricamente la derecha gobernaba con los golpes de Estado y que hoy tiene una estrategia más sutil donde intenta gobernar con apoyo popular. “En estos 8 años, el PRO ha desarrollado muchas políticas de clientelismo y punteros que habitualmente criticaban. Y no se puede negar que les funcionó”. Afirmó que el PRO fue modificando su discurso en varios puntos, como cuando no escondía querer los terrenos de las villas para el negocio inmobiliario. “Por eso se negaron a urbanizarlas y las llenaron de punteros que aplicaron alguna política de mejoras que no cambian lo sustancial pero que acerca algún grado de satisfacción a algunas necesidades muy concretas”. Sin embargo, enfatizó que no hay que esconderse detrás de eso.
“Tenemos que ver cómo logramos neutralizar esa estrategia y cómo hacemos llegar nuestras propuestas a esos sectores que naturalmente deberían votarnos”. Detalló que “a veces, la gente actúa en contra de sus propios intereses”, y entiende que allí aparece el rol de los medios que “como ilusionistas” logran enfrentarlos a temas culturales, en el sentido más amplio del término.
“Y es donde hay que trabajar más. No pudimos penetrar esa muralla”. Consideró que el secreto está en ayudar a ver los hilos del truco de magia que nos presentan como incuestionable y que para eso, “hace falta multiplicar la militancia, conversando, debatiendo con argumentos y no enojándote o con puteadas, en los barrios, la calle, el supermercado, los colegios, en los lugares de trabajo”. Revisó que la batalla cultural se gana cuerpo a cuerpo, que no se trata de hacer grandes actos “sino de conseguir que nuestros militantes puedan sostener una discusión y ayuden los ciudadanos a ver esos hilos, para que entiendan los trucos y que del otro lado se vote en defensa propia”.