Por Eduardo Fernández | Diputado Nacional por Córdoba | Presidente del Partido Solidario Córdoba
En las últimas horas, las medidas para el control de los precios avanzan con firmeza, dando respuesta a la voluntad popular y a la premisa del Frente de Todos de mejorarle la vida a la población, empezando por los sectores populares y por los sectores medios, que son quienes más han sufrido la crisis del macrismo y la provocada por la pandemia.
Como era de esperarse, aquellos grupos económicos que vienen lucrando con la crisis se opusieron. Hay que sumar como elemento de análisis que, tal como lo reconoció el secretario de Comercio Roberto Feletti, hubo aumentos injustificados en la primera quincena de octubre en algunos productos, y frente a ello con esta acción se busca beneficiar a la ciudadanía dándole previsibilidad y la oportunidad de crear condiciones para aumentar el consumo de cara al fin de año.
Por supuesto, estas medidas fueron criticadas por Juntos por el Cambio, que vaticinó “desabastecimiento” en palabras de Horacio Rodríguez Larreta, oponiéndose a la decisión gubernamental sin brindar soluciones alternativas. Una vez más queda en claro de qué lado está el macrismo en la puja distributiva que desata las avivadas de algunos sectores formadores de precios.
Estamos frente a un momento de apertura, producto del exitoso plan de vacunación, que entusiasma con que podamos salir pronto de esta crisis. Las medidas que buscan hacer pie en la producción y en la creación de puestos de trabajo buscan hacer girar la rueda rápidamente, para reconstruir el mercado interno y poder devolver el poder adquisitivo a la población.
El bolsillo de Córdoba
En la misma línea de oposición irracional que practica Juntos por el Cambio, cae nuevamente el gobernador Juan Schiaretti. Durante un acto en Río Ceballos, el mandatario acusó a la Nación de “meter la mano en el bolsillo” de la provincia. No puedo salir de mi asombro ante tanto descaro.
Esta gestión, con sus defectos y virtudes, dio vuelta la página de la relación entre Nación y Córdoba. La cantidad de obras públicas, los aportes para la fundida Caja provincial, los programas sociales que contuvieron la crisis, entre otras medidas, claramente han beneficiado a su gestión.
Hay que hacer memoria y recordar que mientras el Gobierno nacional implementaba medidas como el ATP, el IFE, o la Tarjeta Alimentar, entre otras, la administración encabezada por Schiaretti suspendía los programas laborales como el Primer Paso o el Por Mí, dejando sin ingresos vitales a miles de cordobesas y cordobeses.
Eso, sin mencionar el modelo económico de Hacemos por Córdoba, que en 20 años elevó los índices de pobreza y desempleo en el Gran Córdoba hasta convertir a la urbe en una de las regiones con los peores indicadores del país. Y mientras todo eso pasaba, además calló con complicidad frente al desastre que hacía el macrismo con sus políticas, que provocaron el cierre de miles de PyMEs, por citar sólo un ejemplo.
En este marco, celebro que en esta campaña algunos de nuestros candidatos en Córdoba hayan retomado la discusión sobre el proyecto de provincia. No podemos presentarnos sólo como si fuéramos una franquicia de la gestión nacional, sino que hay que debatir sobre los problemas diarios de nuestras regiones y establecer con claridad cuál es la diferencia entre el modelo de “ellos” y lo que nosotras y nosotros haremos en el Congreso en defensa del pueblo cordobés y de toda la Argentina.