El supuesto ajuste ortodoxo del gobierno, en el sueño de la derecha

02/03/2014

Tiempo Argentino | escenario económico

Los argumentos del neoliberalismo se desmienten, día a día, con las medidas económicas del gobierno nacional.

Por Carlos Heller

Desde los sectores del pensamiento neoliberal se intenta indicar que este gobierno ha abandonado su proyecto y ha cambiado el rumbo, aplicando un ajuste ortodoxo, argumento con el cual discrepo totalmente. El rumbo elegido ha sido la recuperación del rol del Estado, con nuevos sentidos y acciones concretas: estatización de Aerolíneas, YPF, del sistema jubilatorio y reforma a la Carta Orgánica del Banco Central, entre otras. En esencia, desandar el camino desregulador y privatizador de los noventa, ese es el rumbo que se mantiene. Pero esta orientación genera inevitablemente tensiones, porque se afectan intereses.

Respecto a las decisiones cambiarias, creo que el gobierno tomó conciencia de que existía un real problema y buscó caminos para resolverlo. Primero incrementando diariamente el valor del dólar, proceso que generó mayores expectativas devaluatorias. Entonces el gobierno definió un tipo de cambio cercano a los 8 pesos –valor que considera un nivel de convergencia aceptable para los objetivos de la política económica–; comunicó esta decisión y se frenaron esas expectativas. Ortodoxia sería dejar que los mercados impusieran un dólar a 12 pesos, el valor especulativo que alcanzó el dólar ilegal y que muchos conservadores siguen vaticinando intencionalmente que se alcanzará más pronto que tarde.

Las tasas de interés han aumentado en forma coordinada con el nuevo nivel del tipo de cambio, para ayudar a mantenerlo. Puede pensarse que la estabilización del tipo de cambio que se ha logrado lleve a que las tasas vayan bajando luego de un tiempo de amesetamiento, un sendero que sería deseable. Rápido de reflejos, el BCRA ha flexibilizado la Línea de Crédito para la Inversión Productiva (LCIP), permitiendo que hasta un 10% de la misma se dedique a la compra de cheques a las pymes, para que estas tengan financiamiento de su capital de trabajo a una conveniente tasa de interés del 17,5 por ciento. La LCIP volcará cerca de 23 mil millones de pesos en este semestre principalmente hacia las pymes. La autoridad monetaria también obliga a los bancos a reducir sus tenencias de dólares, todas estas decisiones ubicadas muy lejos del credo neoliberal.

¿Cómo se puede hablar de política ortodoxa cuando el gobierno abre también una fuerte discusión con el sector empresario para tratar de poner en cauce el tema de los precios luego de los nuevos valores del dólar, cuando se analizan las cadenas de valor y se exige a los empresarios cumplir con los Precios Cuidados?

El mantenimiento de las paritarias abiertas y libres es totalmente anti ortodoxo. Hay que tener en cuenta que, como todos los años, este proceso paritario genera las inevitables tensiones, porque hay partes que están pujando por defender sus intereses. Y aquí aparece el Estado para jugar un rol principal, que no es ponerle techo a las paritarias, sino aquietar esas tensiones y allanar el camino para llegar a los acuerdos. Algunos políticos y empresarios, que se invocan progresistas o renovadores, plantean retrasar las paritarias; esa es la verdadera ortodoxia.

¿Son acaso los programas como la Asignación Universal por Hijo, el Pro.Cre.Ar, el Progresar que acaba de lanzarse, políticas sacadas del recetario fondomonetarista? Para nada.

 

EL PAGO DE REPSOL. También el acuerdo por el pago de la expropiación de las acciones de Repsol en YPF ha sido motivo de múltiples interpretaciones, muchas de ellas bastante amañadas, y otras que han caído en estimaciones erróneas, inaceptables para cualquiera que conozca el funcionamiento elemental del cálculo financiero.

Varios medios periodísticos especializados en economía, así como mediáticos economistas, han comentado que se pagaría el doble, entre 10 mil a 11 mil millones de dólares. Sin embargo, estos cálculos proceden de sumar a los 5000 millones los intereses a pagar durante todos estos años, sumando valores de distintos períodos, algo totalmente erróneo en el cálculo financiero. Unos 5000 millones de dólares por el pago del 51% de las acciones de YPF, compañía titular de un yacimiento como Vaca Muerta, que posee gran parte de los recursos hidrocarburíferos no convencionales, que ubican a Argentina como la segunda reserva mundial de gas shale y la cuarta de petróleo no convencional, tal cual lo mencionó ayer la presidenta en la Asamblea Legislativa.

Un tema muy importante y poco difundido es que en caso de diferendos las partes se someterán a la UNCITRAL (Reglamento de Arbitraje de la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional), evitando el arbitraje del CIADI, tan afecto a beneficiar a las multinacionales.

Los temas tratados nos llevan a reflexionar sobre las estrategias de la derecha, a las que se suman algunos que se autoproclaman de izquierda. Sus objetivos parecen ser que el gobierno llegue al 2015 exhausto, sin alternativa, para que la chance de la continuidad esté vedada para el modelo. Quieren que los argentinos seamos llevados obligatoriamente a elegir opciones que signifiquen desandar el camino recorrido. Y para eso intentan desgastar al gobierno por todo los medios, con todo tipo de campaña y con todo tipo de acciones. El discurso de Mauricio Macri en el inicio de las sesiones legislativas es un claro ejemplo. El alcalde porteño expresó que "vivimos en el contexto de un país con turbulencias" y profetizó que "a esto se le agrega un panorama económico que promete ser complejo, que va a afectar nuestras expectativas, nuestro estado de ánimo y, sobre todo, el clima social". Está fomentando una situación caótica, que evidentemente forma parte de sus planes y que se ubica en las antípodas de la paz que demagógicamente pregona.

 

EL INICIO DE LAS SESIONES EXTRAORDINARIAS. A los detractores del modelo les duelen profundamente los datos positivos de los organismos internacionales con los cuales la presidenta Cristina Fernández comenzó su discurso en la Asamblea Legislativa. Entre ellos, los elogios del Banco Mundial a la reducción de la pobreza en la Argentina, a la importante porción que se dedica al Gasto Público Social (que la presidenta renombró como Inversión) siendo el país que mayor proporción de su PIB (40%) dedica a los sectores de menores ingresos. O el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre las bondades del programa de Precios Cuidados para facilitar el acceso a los alimentos, así como las políticas de financiamiento agropecuario, en un país que produce alimentos para 400 millones de personas.

O que el salario mínimo de la Argentina es el mayor, medido en términos de poder adquisitivo, de América Latina.

En el discurso, la presidenta resaltó los muchos logros del gobierno, con una gran cantidad de datos imposible de resumir en esta columna.

Respecto a la industria, mencionó su importante desarrollo, la creación de 370 parques industriales, y el gran crecimiento de las exportaciones de manufacturas industriales (MOA), lo que define a la Argentina como el único país de América Latina que no ha reprimarizado sus exportaciones en los últimos años, según la Cepal.

El tema de los Precios Cuidados tuvo gran presencia en el discurso tanto ante la Asamblea Legislativa, como luego ante las personas congregadas en la Plaza de los dos Congresos, a quienes llamó a defender los precios. En esta tarea, instó a los legisladores a sancionar leyes que defiendan a los usuarios y consumidores del abuso de los sectores concentrados y monopólicos.

La defensa del rol del Estado estuvo presente en todo su discurso, pero principalmente cuando, ante los buenos datos de Aerolíneas Argentinas y también de YPF, aseveró que "el Estado es más eficiente, o tanto, como las empresas privadas". También recordó que cuando, siguiendo las ideas del Consenso de Washington, se quería privatizar el Banco Nación, el mismo tenía las hipotecas de prácticamente toda la zona núcleo, el botín por el que iban los privatizadores. Hoy ese problema no existe, e incluso la gran mejoría de la producción agropecuaria llevó a que el precio de la tierra en la zona núcleo se duplicara y hasta triplicara desde 2003 a la fecha.

No faltó un llamado a la defensa de la democracia en los países de América Latina, mencionando especialmente a Venezuela y destacando que, más que la defensa a un gobierno, lo que está en juego es el respeto a la voluntad popular, como única garantía de consolidación de sociedades más justas e inclusivas.