18/06/2010 El Argentino - Nota - Opinión - Pag. 2
Carlos Heller
DIPUTADO NACIONAL, NUEVO ENCUENTRO.
–¿Cuál es la característica de la ley de Entidades Financieras de 1977? –Alcanzaría con decir que es una ley de la dictadura, y en palabras del propio Martínez de Hoz, era uno de los pilares de su proyecto político y económico, llamada a tener gran impacto en lo que restaba del siglo XX. Pero además es una ley profundamente imbuida del concepto neoliberal. Es facilitadora del libre movimiento de capitales, de la presencia de la banca extranjera, que privilegia la concentración económica. Y más allá de algunas reformas parciales, el espíritu de la ley exige cambiarla por otra.
–¿Cuáles son los puntos principales del proyecto de ley de Servicios Financieros? –Los ejes de nuestro planteo son básicamente dos, de los cuales se desprenden muchos otros elementos. El primero es considerar que la actividad fi nanciera es un servicio público, lo que no quiere decir que debe ser presentado por agentes públicos ni que debe ser básicamente gratuito. Lo que quiere decir es que debe asegurarse el acceso universal al servicio y que como tal es el Estado quien tiene capacidad reguladora para establecer los parámetros dentro de los cuales tiene que ser prestado. Es decir que es tan importante que no puede ser dejado en manos del mercado.
–¿Cuál es el segundo punto de la ley? –Nosotros no hablamos de ley de Entidades Financieras, sino de Servicios Financieros y Crédito Productivo. Eso pone el eje en que la ley regule los derechos de los consumidores, a partir de ahí, los prestadores de ese servicio público deberán hacerlo de manera que satisfagan los objetivos de la ley. Ese es un principio que está llamado a tener un impacto grande en el funcionamiento del sistema fi nanciero.
–¿Cómo se garantiza que esa regulación no haga “inviable” el negocio bancario? –La ley fi ja parámetros y le da al Banco Central la capacidad regulatoria como autoridad del sistema fi nanciera. Y con eso no tiene que pensarse que se va a hacer inviable el sistema fi nanciero, porque nadie está pensando en destruirlo, lo que se está tratando es de defender de manera más efi caz los derechos de los usuarios.
Porque todos los días escuchamos hablar de falta de créditos a las pymes. Eso no puede quedar en manos de las entidades.
–¿Cuál es el planteo respecto del crédito destinado a la producción? –Proponemos que una proporción determinada del fi nanciamiento que se otorga al sector privado debe estar orientado a las micro, pequeñas y medianas empresas.
–¿Qué sucede con las tasas de interés? –Otra regulación que planteamos tiene que ver con las tasas de interés. Y no planteamos tasas máximas para todas las operaciones, sino que los créditos personales menores a 100 mil pesos y los operaciones a las micro y pequeñas empresas tendrán una tasa que en ningún caso podrá exceder el 5% de la tasa ponderada del propio sistema. Esto tiende a evitar los excesos. Eso también repara el hecho de que hoy no todas las entidades dan crédito a las pymes, porque el primer punto es el acceso al crédito y el segundo el de las tasas. Hoy tenemos un gran peso del crédito a ese sector en la banca pública y la cooperativa. Si uno mira lo que han crecido la cartera de los bancos, puede encontrar que en muchas entidades privadas tenemos el 90% de crédito al consumo y el resto a las grandes empresas. El primer tema no es de tasas, sino de accesibilidad. Por eso el 40% de la fi nanciación al sector privado debe estar orientado a micro, pequeñas y medianas empresas.