Minuto Uno | Opinión
Por Juan Carlos Junio
Macri decidió sostenerse en la línea de ir por todo, apelando a todo tipo de instrumentos. Una de las batallas más duras y emblemáticas se juega en el campo de la educación pública y de la salud.
El presidente Macri decidió sostenerse en la línea de ir por todo apelando a todo tipo de instrumentos, que incluyen un uso abusivo del decreto, eludiendo al Parlamento. Aquello del gradualismo, en realidad sólo existió en las mesas de arena de algunos analistas y escribas del poder mediático. Una de las batallas más duras y emblemáticas se juega en el campo de la educación pública y de la salud. La disputa tiene varias aristas. Desde lo retórico, el gobierno realiza un gran acto de simulación machacando que los niños son su prioridad, aunque en los hechos obliga a que sus maestras y maestros tengan sueldos por debajo de la línea de la pobreza.
Lo cierto es que en la realidad todas las políticas apuntan a vaciar de contenido y recursos las prestaciones del Estado para que "se ocupe" de ellas el sector privado con su inevitable propósito comercial. Surge clarísimo que esa definición es insensible al destino de la mayoría de los niños en edad escolar, ya que sus familias no pueden pagar una educación privada.
En cuanto a los ciudadanos mayores, la salida del aplicadísimo Regazzoni del PAMI demuestra que no se trata de una suma de errores, sino que todas las acciones y políticas concretas que se aplican son consecuencia directa de la lógica neoliberal que guía al modelo.
Veamos algunos ejemplos: se achicó fuertemente la lista de medicamentos con cobertura total, al igual que la provisión de remedios oncológicos. Fueron frenados pagos a farmacias, lo que derivó en la suspensión del suministro de medicamentos. Todo este horror no es ningún error, y se hizo para ahorrar 1600 millones de pesos anuales.
El "aplicadísimo" funcionario macrista resultó tener también grandes dotes de creatividad: los jubilados que cobran más de $8500 y tienen un auto de menos de 10 años de antigüedad, dejan de percibir el beneficio del 100%. Ya que estaba "creando", Regazzoni modificó unilateralmente los contratos de los médicos de cabecera y redujo la cantidad de laboratorios que prestaban servicios a los jubilados.
En cuanto a los maestros, desde el inicio el Presidente y la buena y sonriente gobernadora Vidal decidieron que el gobierno actuará con una lógica de guerra. Así tituló Clarín en una columna sabatina, cuando literalmente afirmó: "El gobierno se pinta la cara para ir a la guerra con los docentes" (11-02-2017). La táctica es clara: desconocer el derecho de huelga garantizado por la Constitución Nacional y espetarle a los docentes "que digan si son kirchneristas", en un vano intento de descalificarlos utilizando un discurso explícito de persecución política.
En el fondo se trata de aplicarles a los maestros el más liso y llano disciplinamiento, con miras a instalar una matriz excluyente con la que comulga la actual tecnocracia de inspiración ideológica pre sarmientina y pre generación del ochenta. Para ellos, la ley 1420 pensada por Sarmiento y promulgada en la Presidencia de Julio Argentino Roca (1884) de enseñanza universal mixta, gratuita y obligatoria; resulta ser un anacronismo.
Es probable que el presidente Macri se inspire en Ronald Reagan y su conducta política frente a los trabajadores controladores de vuelo, quienes en 1981 demandaron mayores salarios y mejoras laborales. La respuesta consistió en el despido de 11 mil trabajadores. Por entonces mantuvieron el servicio con supervisores, militares y trabajadores que no adhirieron a la huelga. O sea, con carneros, que ahora llaman "voluntarios", y premian con 1000 pesos para su propia vergüenza. Cualquier semejanza con la gobernadora Vidal es simple coincidencia.
Recientemente, el vocero calificado del diario La Nación, Carlos Pagni, editorializó citando los dichos del Presidente en un "asadito": "En la economía que viene va a haber ganadores y perdedores. Por sector y por región. Unos están arrancando ahora. Otros, más adelante. Pero algunos no van a tener continuidad en el nuevo sistema productivo".
Decíamos al inicio: van por todo. Lo que no suelen ver estos señores del poder económico y político, obnubilados por la inmunidad que le facilitan los medios de comunicación dominantes, es lo que existe bajo sus pies, en el subsuelo de la Patria, la ciudadanía: los trabajadores, las clases medias democráticas que inevitablemente se rebelan ante la agresión del gobierno a su nivel de vida y los valores aquilatados durante muchos años. Marzo y sus multitudes en las calles seguramente desnudan un nuevo tiempo con el pueblo como principal protagonista de la democracia.