Por Eduardo Fernández
El presupuesto de Córdoba para 2021 adelanta que la decisión del Gobierno provincial es pagar deuda con el 44 por ciento de nuestros recursos. En contraposición, bajan las partidas para vivienda y educación, y no alcanza la apuesta a la producción y el trabajo. Córdoba debe integrar un proyecto de país que busca la reactivación.
El pasado jueves se aprobó en primera lectura el Presupuesto de la provincia para 2021 y el lunes se llevará adelante la audiencia pública previa al tratamiento en segunda lectura. Con el análisis de las partidas ejecutadas en 2020 y con lo proyectado para 2021, podemos deducir que la situación provincial sigue siendo compleja, fundamentalmente por los altos niveles de endeudamiento que condicionan las políticas gubernamentales.
Uno de los datos más relevantes tiene que ver con los fondos destinados al pago de deuda consolidada. Mientras en 2020 los fondos en este ítem representaban el 18 por ciento del total del Presupuesto, en 2021 ese número será del 44 por ciento.
Que ese altísimo porcentaje de nuestros recursos se destine a cancelar compromisos en medio de semejante crisis nos lleva a cuestionar la decisión de Hacemos por Córdoba sobre el camino a seguir para afrontar la crisis, porque esta decisión se traduce por ejemplo en una reducción porcentual en las partidas de vivienda y educación, y de aumentos que sólo contemplan la inflación nacional proyectada, que no logran dar las respuestas necesarias en materia de producción, trabajo, obra pública o ambiente.
Quién define nuestras políticas
Uno de los reclamos que vienen llevando adelante distintas organizaciones sindicales, gremiales empresarias, cooperativas y sectores de la producción en general, tiene que ver con la necesidad de que el Estado pueda tomar un rol protagónico para hacerse cargo de la actual situación con un sentido solidario y soberano.
El Gobierno provincial no logró aún acordar términos más beneficiosos para Córdoba a la hora de renegociar el pago de la deuda. Este hecho no sólo genera que se destinen menos partidas presupuestarias para políticas sociales, asistencia a municipios o reactivación económica, sino que también incide en el hecho de que los recursos para 2021 no superan la inflación proyectada por el Gobierno nacional del 29 por ciento, si se descuenta lo destinado a pago de deuda.
En esa línea es inevitable comparar el Presupuesto provincial con el nacional que hemos aprobado hace algunos días en el Congreso. Respecto a la deuda, Argentina pasará de destinar el 19,3 por ciento en 2020 al 7,9 por ciento en 2021 de fondos del total del Presupuesto para cancelar compromisos.
En contrapartida con el ámbito provincial, el Presupuesto nacional aumentará casi el doble de los recursos destinados a producción en 2021 en comparación con 2020, donde el número ya fue alto, y se mejorará de manera exponencial el presupuesto en vivienda y obra pública. La salida que busca la Nación es a partir de la creación de puestos de trabajo y de recuperar el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, como apuesta a la reconstrucción del mercado interno y repunte del consumo.
Hace algunas semanas hablábamos de la situación productiva en Córdoba y nos encontramos con que este Presupuesto reafirma la tendencia de la última década, donde vamos camino a una acelerada desindustrialización, mientras se refuerza el agronegocio. Cabe destacar que según un informe del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES), en 2018 la actividad agropecuaria explicaba el 17 por ciento de la producción cordobesa y la industria el 15 por ciento, pero la primera participaba sólo del 5 por ciento del empleo y la industria del 20, lo que explica la relación empleo/producción.
Con decisión política, es posible contar con un Presupuesto distinto, donde el Estado no haga esfuerzos descomunales para cancelar deuda, sino que ponga en el centro a los intereses de la ciudadanía. Es necesario, para salir de la crisis, continuar en la senda de la recuperación económica que viene formulando el gobierno que encabeza Alberto Fernández, a través de un proyecto de país que apuesta a la producción y el trabajo, y que Córdoba debe integrar de una vez por todas.
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