Miguel Clariá: No participaste de la reunión con la Mesa de Enlace y expresaste las razones de por qué no.
Eduardo Fernández: Sí. Creo que como en toda reunión que convocás para aportar ideas y para tratar un tema tan serio, tiene que haber predisposición al diálogo, y a la misma hora que me llegaba la invitación, se hacía circular una declaración de alerta y movilización con dirigentes llamando a resistir de cualquier forma, con expresiones que tienen derecho a emitir pero no con ese tipo de adjetivaciones. El presidente lo ha expresado anoche, el proyecto de expropiación todavía no ha sido presentado al Congreso.
MC: El presidente insiste en que si alguien le acerca una alternativa mejor, está dispuesto a escucharla.
EF: Y es la misma posición que tenemos los legisladores.
MC: ¿Los diputados del Frente de Todos llevan la misma posición que mencionó anoche el presidente Fernández?, ¿si alguien plantea una alternativa mejor que la expropiación, la avalan?
EF: Nosotros estamos dispuestos pero, ¿qué es lo que queremos salvar? ¿Queremos salvar a unos empresarios que están siendo seriamente cuestionados incluso a nivel mundial? Usted sabe que ha sido presentada en Nueva York una demanda de los bancos internacionales y otra en Paraguay por supuesto lavado de capitales.
MC: Me gustaría que no confundiéramos dos debates que son de distinta naturaleza. Uno, cómo llegó la empresa a la situación de quebranto, de incumplimiento con sus proveedores. Ese es un debate que debe tener una vía judicial para probar si hubo dolo, fuga, o lo que fuere. El otro es cómo salir de esa situación. La vía que propone el proyecto presidencial es intervención -expropiación y es la que resisten quienes dicen “esto debe ir sólo por la vía judicial como cualquier empresa que entra en concurso de acreedores”.
EF: En primer lugar, la vía judicial, el concurso, va a seguir. El Estado, a través de un fondo fiduciario, va a hacerse cargo de una empresa concursada. El concurso no puede frenarse por la estatización. Lo que se está pretendiendo es salvar la estructura de la empresa, hay un plan de negocios, con la participación de productores y cooperativas. Seguramente su futura dirección en eso también sabrá trabajar.
MC: Me parece que estás planteando, con razonabilidad, que hay que enfrentar una situación de quebranto de una empresa demasiado importante y encontrar una salida, pero creo que estás planteando que no necesariamente la salida sea la expropiación. Hay sectores dentro del Frente de Todos que no quieren hablar de otra cosa que no sea expropiación.
EF: Lo que queremos todos es lo que expresa el Presidente de la Nación con todas las letras: recuperar una empresa, salvar a los productores y la intervención en un mercado que, hoy salió en un artículo en La Nación, está tan concentrado como no se da en otros lugares del mundo, 10 empresas tienen el 91% de la comercialización. Están convocando a salir a la calle por esto en medio de la pandemia, de crisis mundial, tratando de regresar a viejos enfrentamientos, en un momento donde debemos salvar a la producción y el trabajo, donde deberíamos practicar la unidad nacional en el sentido de buscar soluciones y salir. Vemos en las redes a dirigentes que convocan a una nueva 125, nada que ver. Acá se trata de una empresa seriamente sospechada, Nardelli, Padoán, lo que queda de la familia Vicentin, no son una empresa familiar.
MC: Pero es que son dos debates diferentes, una cosa es que la empresa haya sido un desastre y otra es expropiarla.
EF: Es el mismo debate. Si usted se moviliza, ¿lo hace contra la expropiación o para salvar a la empresa de una investigación?
MC: Eso es un tercer debate, movilizarse o no.
EF: No, no. Yo no me asusto, pertenezco al movimiento gremial empresario, siempre tratando de salvar empresas.
MC: Lo sé, las pymes sobre todo.
EF: Tengo como aventura juvenil haberme tirado delante de un camión para que no sacaran un torno o una máquina, pero acá estamos hablando de que hay que frenar el drenaje y a los empresarios inescrupulosos que han actuado en lugares esenciales de la economía, en el sector más rentable. No estamos hablando del taller mecánico de la esquina que andaba bien, estamos hablando de una empresa a la que chocaron y le debe a los argentinos y a un montón de sectores productivos y financieros, miles de millones. Tenemos la obligación de hacer que siga funcionando para sostener los puestos de trabajo y que siga participando en el mercado agroexportador una empresa nacional, de ahí partimos. Planteamos el diálogo pero, como diputado de la Nación y miembro de un gobierno que está proponiendo la unidad para enfrentar esta enorme crisis, de ninguna manera voy a jugar a la división de los argentinos.