23/06/2009
Néstor apoyó a Heller y apuntó contra Macri
“Mira el país por televisión y parece que vive en cuatro manzanas de la Capital Federal”, dijo el ex presidente sobre el jefe de Gobierno de la Ciudad. Nuevas críticas a los medios.Con críticas dedicadas a Mauricio Macri, Francisco de Narváez y a Pino Solanas, el kirchnerismo porteño cerró anoche su campaña en el Luna Park en un clima de efervescencia que no se correspondía con el lugar que le reservan las encuestas. El oficialismo decidió sentar a todos los candidatos y funcionarios en el escenario de un estadio en el que se mezclaban banderas del peronismo y la izquierda alineadas con el gobierno nacional.
Como para que no quedaran dudas del respaldo del matrimonio presidencial a Carlos Heller, Néstor Kirchner llegó a la cita acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; y cuatro ministros más: Nilda Garré, Juan Carlos Tedesco, Carlos Tomada y Lino Barañao.
El primer candidato a diputado nacional, Carlos Heller, centró sus cuestionamientos en Proyecto Sur. Heller afirmó que después del debate de la semana pasada en TN se dio cuenta de que “no enfrentaba a dos expresiones de derecha sino a tres”, en referencia al cineasta que aparece en ascenso en todos los sondeos. El presidente del Banco Credicoop reiteró una de sus muletillas de campaña. “Si a este Gobierno le va mal no viene Pino, viene Macri”.
Enfervorizado, Heller bramó: “¡Qué no nos vengan a correr con consignas! ¿Dónde estuvieron cuando fue la discusión de la 125.
Estuvieron del lado de la Sociedad Rural. ¡Cuando estuvieron frente a la medida más avanzada que se intentó poner en práctica, ellos la sabotearon y operaron en contra!”.
En la platea VIP asentían intelectuales que pertenecen a Carta Abierta, como Ricardo Forster, Eduardo Jozami y Lilia Ferreyra, la viuda de Rodolfo Walsh.
Después criticó a De Narváez y a Macri. “El cambio que quieren ellos es la marcha atrás. No es a tiros como vamos a resolver el problema de la inseguridad”, dijo.
Kirchner comenzó su discurso con un ataque al electorado de la ciudad de Buenos Aires. Recordó que hace “36 años esta ciudad tuvo la oportunidad de sumarse a un proceso de cambio (en alusión al triunfo de Juan Domingo Perón en septiembre de 1973) y votaron por Fernando de la Rúa.
Espero que esta vez no hagan lo mismo”, dijo Kirchner.
El ex presidente elogió a Heller (“no dudó, no especuló, dio ejemplo”) y volvió a cargar contra Macri, pero esta vez ensayó una especie de teatralización del reportaje que le hicieron en TN la semana pasada. “Le preguntaron qué haría con los fondos de los jubilados.
Se acomodó la corbata y dijo: los privatizo enseguida. ¡Cómo se ve que vive en las cuatro manzanas de la Capital! ¡Cómo se ve que mira el país por tevé!” Después, repitió la mímica con otras preguntas.
Finalmente, se preguntó “¿cómo puede ser posible que aun después del fracaso del consenso de Washington todavía hoy haya sectores retrógrados de la patria que pretenden un modelo para la Argentina que es rechazado en el mundo?”.
En un gesto que no es habitual, Kirchner habló de los “errores” del Gobierno nacional y sostuvo que el oficialismo ejercita una “autocrítica permanente”, pero aseguró que siempre defenderá las banderas nacionales y populares.
Después cargó contra Solanas sin nombrarlo. “¿Puede haber tanto vedettismo? ¿Se puede jugar tanto al individualismo? Es preferible hacer alguna quintita que no lleve a ningún lado. ¿No hemos aprendido la lección de la historia? Cuando vino la larga noche, a nadie le preguntaron de qué partido era. La derecha marcha siempre junta”, afirmó.
El ex presidente también dedicó un fragmento de su discurso a referirse a los medios de comunicación. Cuestionó a los que –según dijo– no defienden la libertad de prensa, sino que intentan cumplir con un proyecto económico y reclamó que vayan a elecciones. En ese momento, la feligresía K lo interrumpió con un cántico que ya es una marca de esta campaña: “Tomala vos, damela a mí, el que no salta es de Clarín”.
(Crítica)
“Mira el país por televisión y parece que vive en cuatro manzanas de la Capital Federal”, dijo el ex presidente sobre el jefe de Gobierno de la Ciudad. Nuevas críticas a los medios.Con críticas dedicadas a Mauricio Macri, Francisco de Narváez y a Pino Solanas, el kirchnerismo porteño cerró anoche su campaña en el Luna Park en un clima de efervescencia que no se correspondía con el lugar que le reservan las encuestas. El oficialismo decidió sentar a todos los candidatos y funcionarios en el escenario de un estadio en el que se mezclaban banderas del peronismo y la izquierda alineadas con el gobierno nacional.
Como para que no quedaran dudas del respaldo del matrimonio presidencial a Carlos Heller, Néstor Kirchner llegó a la cita acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; y cuatro ministros más: Nilda Garré, Juan Carlos Tedesco, Carlos Tomada y Lino Barañao.
El primer candidato a diputado nacional, Carlos Heller, centró sus cuestionamientos en Proyecto Sur. Heller afirmó que después del debate de la semana pasada en TN se dio cuenta de que “no enfrentaba a dos expresiones de derecha sino a tres”, en referencia al cineasta que aparece en ascenso en todos los sondeos. El presidente del Banco Credicoop reiteró una de sus muletillas de campaña. “Si a este Gobierno le va mal no viene Pino, viene Macri”.
Enfervorizado, Heller bramó: “¡Qué no nos vengan a correr con consignas! ¿Dónde estuvieron cuando fue la discusión de la 125.
Estuvieron del lado de la Sociedad Rural. ¡Cuando estuvieron frente a la medida más avanzada que se intentó poner en práctica, ellos la sabotearon y operaron en contra!”.
En la platea VIP asentían intelectuales que pertenecen a Carta Abierta, como Ricardo Forster, Eduardo Jozami y Lilia Ferreyra, la viuda de Rodolfo Walsh.
Después criticó a De Narváez y a Macri. “El cambio que quieren ellos es la marcha atrás. No es a tiros como vamos a resolver el problema de la inseguridad”, dijo.
Kirchner comenzó su discurso con un ataque al electorado de la ciudad de Buenos Aires. Recordó que hace “36 años esta ciudad tuvo la oportunidad de sumarse a un proceso de cambio (en alusión al triunfo de Juan Domingo Perón en septiembre de 1973) y votaron por Fernando de la Rúa.
Espero que esta vez no hagan lo mismo”, dijo Kirchner.
El ex presidente elogió a Heller (“no dudó, no especuló, dio ejemplo”) y volvió a cargar contra Macri, pero esta vez ensayó una especie de teatralización del reportaje que le hicieron en TN la semana pasada. “Le preguntaron qué haría con los fondos de los jubilados.
Se acomodó la corbata y dijo: los privatizo enseguida. ¡Cómo se ve que vive en las cuatro manzanas de la Capital! ¡Cómo se ve que mira el país por tevé!” Después, repitió la mímica con otras preguntas.
Finalmente, se preguntó “¿cómo puede ser posible que aun después del fracaso del consenso de Washington todavía hoy haya sectores retrógrados de la patria que pretenden un modelo para la Argentina que es rechazado en el mundo?”.
En un gesto que no es habitual, Kirchner habló de los “errores” del Gobierno nacional y sostuvo que el oficialismo ejercita una “autocrítica permanente”, pero aseguró que siempre defenderá las banderas nacionales y populares.
Después cargó contra Solanas sin nombrarlo. “¿Puede haber tanto vedettismo? ¿Se puede jugar tanto al individualismo? Es preferible hacer alguna quintita que no lleve a ningún lado. ¿No hemos aprendido la lección de la historia? Cuando vino la larga noche, a nadie le preguntaron de qué partido era. La derecha marcha siempre junta”, afirmó.
El ex presidente también dedicó un fragmento de su discurso a referirse a los medios de comunicación. Cuestionó a los que –según dijo– no defienden la libertad de prensa, sino que intentan cumplir con un proyecto económico y reclamó que vayan a elecciones. En ese momento, la feligresía K lo interrumpió con un cántico que ya es una marca de esta campaña: “Tomala vos, damela a mí, el que no salta es de Clarín”.
(Crítica)