El diputado nacional Juan Carlos Junio (Partido Solidario), Gabriela Diker (rectora de la Universidad Nacional de General Sarmiento –UNGS-), Antonio Fernández (miembro de la Comisión por la Recuperación de la Memoria de Campo de Mayo) e Iris Avellaneda (sobreviviente de Campo de Mayo y madre de Floreal “Negrito” Avellaneda, secuestrado junto a sus padres en Campo de Mayo cuando tenía 15 años y que aún continúa desaparecido) participaron anoche de una charla-debate sobre el proyecto de ley que prevé la creación de un Instituto de la Memoria dentro de la Guarnición del Ejército de Campo de Mayo, que fuera uno de los mayores centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico-militar en nuestro país.
En la actividad, que se realizó a sala llena ante más de un centenar de personas en la sala Raúl González del Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, se expusieron los fundamentos de la iniciativa parlamentaria de Juan Carlos Junio, que propone la creación del Instituto para la preservación y recuperación de la Memoria Campo de Mayo (IMCAM).
El proyecto, que también cuenta con la firma de los diputados nacionales Carlos Heller y Carlos Raimundi, tiene como objetivos la preservación, el resguardo y la transmisión de la memoria de las violaciones a los derechos humanos, del terrorismo de Estado y de las consecuencias de la interrupción del Estado de Derecho en nuestro país; especialmente durante el período comprendido entre el 16 de septiembre de 1955 y el 3 de diciembre de 1990.
“Somos conscientes de que la democracia argentina, el pueblo argentino, el propio kirchnerismo del cual nos sentimos parte, tenemos una deuda enorme con los cinco mil desaparecidos de Campo de Mayo”, explicó el diputado Juan Carlos Junio durante la apertura del encuentro. “Se ha avanzado con la Esma, con la Perla y otros centros clandestinos de detención, pero en Campo de Mayo tenemos una deuda que nosotros, desde este lugar, estamos luchando para afrontar”, agregó el legislador.
Junio comentó que el Instituto que se quiere crear por ley tiene una característica que lo distingue de otros espacios para la memoria ya creados: “el proyecto tiene una complejidad; nos planteamos un Instituto para la Preservación de la Memoria al interior de una guarnición militar en funcionamiento, pero la explicación que planteamos tiene pleno consenso: Campo de Mayo es una guarnición con miles de hectáreas, y nosotros estamos pidiendo algo que sería valiosísimo, y a la vez modesto, ya que el proyecto de ley prevé que el Instituto ocupe 4 hectáreas”. En ese sentido, el diputado destacó que “la guarnición militar perdurará allí y tendrá que haber un mecanismo claro de co-existencia con el Instituto para la memoria, y un sistema de vasos comunicantes en el marco de una nueva fase de la democracia argentina y la lucha por los derechos humanos”.
Finalmente, Junio detalló que “el Instituto desplegará todo tipo de iniciativas culturales, sociales, artísticas, tendientes a afirmar la idea de la memoria y la verdad, y de la necesidad imperiosa de la justicia para el presente y para las generaciones futuras”.
A su turno, Gabriela Diker sostuvo que el encuentro de anoche es “una muestra más de la necesidad de volver a poner cada vez, cada día, en el debate público y la agenda pública el problema y la deuda que tenemos todavía con la memoria, con la verdad y con la justicia”.
“Era inevitable que la UNGS se comprometa con la causa Campo de Mayo, primero porque está en el territorio, la universidad está muy próxima, apenas a unos metros de Campo de Mayo, y segundo porque desde la universidad, y como resultado de este compromiso con el territorio, también llevamos adelante muchas acciones vinculadas con la defensa de los derechos humanos y la recuperación, la elaboración y la transmisión de la memoria del terrorismo de Estado”, explicó la actual rectora de la universidad que puso a disposición sus equipos de trabajo para redactar junto a las organizaciones y los legisladores el anteproyecto de ley.
“Como decía hace muchos años Hannah Arendt, pensando en los horrores del nazismo, no es al hombre al que hay que salvar, sino al espacio que reúne a los hombres, y es el espacio que nos reúne la única garantía contra el totalitarismo. Este instituto, me parece, debemos pensarlo como ese espacio que nos reúne para pensar, reelaborar y reescribir la memoria todos los días, ahí mismo, en Campo de Mayo”, concluyó Diker.
“Gracias por acompañarnos en esta patriada que ya lleva casi 40 años”, dijo Iris Avellaneda, antes de recordar las circunstancias en las que fue secuestrada junto a su esposo y su hijo de 15 años. Avellaneda, una de las pocas sobrevivientes de los centros clandestinos de detención que funcionaron dentro del predio de Campo de Mayo, habló también sobre la dificultad de avanzar en los juicios de lesa humanidad vinculados con ese CCD y subrayó la importancia que reviste crear un espacio para la memoria en el mismo lugar donde funcionó “el campo de concentración más grande”.
“Campo de Mayo fue más grande que la Esma, tenemos alrededor de 5 mil a 6 mil desaparecidos, y somos muy poquitos, contados con los dedos de las manos, los que hemos salido en libertad, hemos podido hablar, hemos llegado a juicio y seguimos pidiendo justicia”, expresó Avellaneda, antes de resaltar que “la importancia que tiene este proyecto es que se pueda crear en un lugar de tortura, de tristeza y de matanza, un lugar para poder hacer algo bueno, un espacio para la alegría”. “Sigamos acompañando este proyecto, que salga de una vez por todas”, finalizó diciendo Avellaneda.
Antonio Fernández, referente de la Comisión por la Recuperación de la memoria de Campo de Mayo hizo un repaso sobre el trabajo de las organizaciones que desde su génesis impulsan la iniciativa que tiene estado parlamentario. Fernández destacó la labor de la Comisión en una zona donde el proceso de búsqueda de memoria verdad y justicia es lento: “hemos logrado un camino muy importante de reconstruir una historia en esa región donde todavía hoy, casi 40 años después siguen apareciendo testigos, querellantes, víctimas”, expresó.
Sobre el proyecto de ley, Fernández afirmó que “es una iniciativa que hay que apoyar, que hay que impulsar”. “Estamos esperando que nuestros senadores y nuestros diputados lo tomen como propio, las organizaciones, las escuelas, las universidades ya lo hicimos y en 2016 vamos a seguir levantando el Nunca Más y Memoria, Verdad y Justicia como una bandera de todos”, dijo Fernández.
Esta iniciativa parlamentaria es el resultado del trabajo colectivo y consensuado entre los distintos organismos de derechos humanos y organizaciones sociales de las zonas Oeste y Norte del Gran Buenos Aires y presenta como rasgo innovador el hecho de buscar crear un sitio de memoria dentro de una guarnición militar en funcionamiento.
Según la propuesta, que tiene estado parlamentario, el IMCAM tendrá su domicilio en la Puerta 6 bis de la Guarnición Militar Campo de Mayo, ubicada en la Ruta 23, Partido de San Miguel, Provincia de Buenos Aires, donde se establecerá su sede definitiva, para la que se afectará, de manera exclusiva, una superficie de 4 hectáreas. Además, se afectarán de manera exclusiva al IMCAM todos los inmuebles que se utilizaron como Centros Clandestinos de Detención (CCD) radicados dentro de su zona de influencia.
En su articulado, el proyecto de ley detalla que el IMCAM tiene como funciones “promover la profundización del sistema democrático; consolidar una cultura de protección de los derechos humanos; fortalecer los valores de la vida, la libertad y la dignidad humana; fomentar el intercambio interinstitucional entre diversos sectores y actores de la comunidad; fomentar el estudio, investigación y difusión de la lucha contra la impunidad y por la vigencia plena de los derechos humanos y sus implicancias en los planos normativo, ético, político e institucional; y promover el uso de los espacios de memoria para actividades académicas, formativas y recreativas en beneficio de la comunidad”.
Entre otras atribuciones claramente definidas en la iniciativa, se destacan la de “promover el estudio y la investigación académica sobre la memoria de las violaciones a los derechos humanos, la historia de resistencia y de denuncia de las organizaciones sociales y de derechos humanos en la zona de influencia del IMCAM, como así también las operaciones del «Plan Cóndor» comandadas desde la Guarnición Militar Campo de Mayo” y la de “preservar, como testimonio histórico, las instalaciones edilicias, que funcionaron como centros clandestinos de detención o que hubieren sido utilizadas por el terrorismo de Estado dentro de la Guarnición Militar Campo de Mayo y en el área de influencia del IMCAM, garantizando el libre acceso del público”.
“Con avances y retrocesos, desde el inicio de la democracia, la Argentina ha llevado adelante iniciativas clave en la recuperación de la memoria del pasado traumático sobre la última dictadura militar (1976-1983) –sostiene Junio en los fundamentos de su proyecto-. Estas iniciativas van desde la creación de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) en 1983, la publicación del informe Nunca Más (1985) y el juicio a los integrantes de las tres Juntas de gobierno (1985). Sin embargo, las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y el Indulto presidencial, retrotrajeron el impulso inicial de «Memoria, Verdad y Justicia»”.
El texto de Junio destaca que “con una clara decisión, en el marco de una política de Estado, desde el 25 de mayo del 2003, el Gobierno Nacional, encabezado por el entonces Presidente Néstor Carlos Kirchner, inició una política de derechos humanos que continúa hasta nuestros días y que tiene como eje no sólo la reanudación de los juicios por los crímenes de lesa humanidad, sino también la difusión de la memoria histórica sobre el terrorismo de Estado en la bicentenaria historia argentina”.
“En este punto –agrega el legislador- la recuperación de los ex Centros Clandestinos de Detención en Sitios y Espacios de Memoria tiene una importancia fundamental, constituyendo hasta la actualidad el Espacio de la Memoria sito en la ex Escuela Mecánica de la Armada, por escala y magnitud, su hito fundamental. Sin embargo, fueron muchos los espacios que utilizó la dictadura para consumar su plan represivo. Muchos de ellos han sido recuperados e integran hoy la Red Federal de Sitios de Memoria; pero hasta ahora, ninguno de los Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en la Guarnición Militar de Campo de Mayo, fueron recuperados para la memoria histórica, aún cuando más de cinco mil desaparecidos pasaron por allí”.
La Historia de la Guarnición Militar de Campo de Mayo se inscribe en un sombrío linaje represivo y de apoyo a los sucesivos golpes de Estado que ocurrieron en nuestro país a partir de 1930. Surgido por iniciativa del entonces Presidente Roca y su Ministro de Guerra, el Coronel Pablo Ricchieri, Campo de Mayo se transformó en un campo de instrucción militar a partir de la sanción de la Ley 4005, sancionada en 1901 por el Congreso Nacional. Desde su temprana historia, en 1921, la nueva guarnición militar premió al Teniente General Héctor Benigno Varela como Director de la Escuela de Caballería de Campo Mayo a su regreso de los acontecimientos represivos conocidos como la Patagonia Trágica. Fue allí donde en 1956, el General Valle se levantó en armas contra el derrocamiento del gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, lo cual tuvo como represalia los atroces fusilamientos de entonces. Más recientemente, ya en democracia, fue allí donde se produjo el alzamiento militar contra el gobierno constitucional del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, conocido como Levantamiento Carapintada, en abril de 1987.
Existe un amplio consenso entre las organizaciones locales, en cuanto a la necesidad de localizar el Espacio de Memoria sobre Campo de Mayo y dentro de sus instalaciones.
Además, los principales espacios públicos vinculados a la memoria del Terrorismo de Estado se encuentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, por lo tanto, alejados de las posibilidades de acceso de los estudiantes y habitantes del Noroeste de la Región Metropolitana de Buenos Aires. La creación de este espacio de memoria permitirá hacer confluir las distintas iniciativas desarrolladas en la zona.
La historia de Campo de Mayo, como sitio de horror y muerte para tantos compatriotas en el pasado, debe ser resguardada y recordada en el marco de la Memoria, la Verdad y la Justicia, para que nunca más vuelva a repetirse.
Antecedentes:
Las primeras iniciativas destinadas a crear un espacio de memoria en Campo de Mayo, estuvieron impulsadas por la Comisión por la Reconstrucción de la Memoria de Campo de Mayo y por la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte. Entre los años 2007 y 2008 se consensuó, en conversaciones con responsables del área de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, la factibilidad de disponer de una superficie de 12 hectáreas en el sector conocido como Puerta 6 bis (Ruta 202 y Av. Perón) para un futuro Espacio de Memoria.
Estas organizaciones han recopilado testimonios únicos, como los de Juan Carlos Scarpati; han realizado marchas dentro de Campo de Mayo en conmemoración del Día de la Memoria desde el año 2006, y han colocado placas y murales alusivos al terrorismo de Estado dentro de la guarnición.
En el año 2011, la Universidad Nacional de General Sarmiento retoma la iniciativa a través del proyecto: "Derechos humanos, arte y cultura: por un espacio para la memoria en Campo de Mayo"; donde se planteó generar un ámbito de encuentro, diálogo y debate sobre los lineamientos que podría adoptar un futuro espacio para la memoria sobre Campo de Mayo. De una decena de encuentros, participaron las siguientes organizaciones y dirigentes:
- Comisión por la Reconstrucción de la Memoria de Campo de Mayo; Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte; Servicio de Paz y de Justicia, Zona Norte; Liga Argentina por los Derechos del Hombre; Comisión por la Memoria de Barrio "La Manuelita"; Programa Pedagogía de la Memoria y Proyecto Histórico del Instituto de Formación Docente y Técnica Nº 42, San Miguel; Familiares de víctimas del terrorismo de Estado (Madres de Plaza de Mayo LF, hijos, padres y hermanos de desaparecidos de la zona o desaparecidos en CM); Frente Nuevo Encuentro Zona Norte GBA; Movimiento Evita, San Miguel, José C. Paz, Malvinas Argentinas; Partido Comunista San Miguel, José C. Paz, Malvinas Argentinas; Partido Solidario Zona Norte GBA; Agrupación Kolina de José C. Paz; Corriente Tito Deleroni; Agrupación 26 de Julio; Agrupación Tupac Amaru; Centro de Estudios e Investigaciones Históricas y Sociales, San Miguel; Comisión por la Memoria del Che Guevara, San Miguel; Sociedad de Fomento de Video Alternativo SOFOVIAL, Mutual Primavera, José C. Paz; Red del Encuentro, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Moreno, San Fernando; Sindicato de Trabajadores Municipales del Ex Partido de General Sarmiento; Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires, SUTEBA; Central de Trabajadores Argentinos, CTA, Regional San Miguel; Dirección de Derechos Humanos de San Miguel; Dirección de Derechos Humanos de Moreno; Proyecto Construir Proyectar Identidad, Programa de Voluntariado Universitario FADU/UBA; Estudiantes de grado y postgrado, graduados y docentes de las Universidades Nacionales de General Sarmiento, Luján y Buenos Aires; Autoridades de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Por otra parte, se realizaron diversos paneles de expertos, donde participaron responsables y/o directivos del Archivo Nacional de la Memoria, Secretaria de Derechos Humanos, Museo de la Memoria de Rosario, Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba, Casa de la Memoria Ex Mansión Seré, Comisión Provincial por la Memoria, Equipo Argentino de Antropología Forense y Archivo Biográfico (Abuelas de Plaza de Mayo), entre otros.