Por Miguel Jorquera
Los diputados de Nuevo Encuentro presentaron el proyecto para modificar el régimen financiero vigente desde 1977 y pasar a considerar la actividad “como un servicio público”.
“Hay un cambio profundo de paradigma para dejar atrás la ley de la dictadura y pasar a considerar la actividad financiera como un servicio público, que tenga como prioridad la necesidad de los usuarios y no el interés de las entidades.” Con esa frase, el diputado de Nuevo Encuentro Martín Sabbatella definió el proyecto para modificar la Ley de Entidades Financieras, vigente desde 1977. Uno de sus mentores, el también diputado y banquero cooperativista Carlos Heller, fue el encargado de brindar detalles de la iniciativa que establece que el 40 por ciento del crédito sea destinado a las pymes y microemprendimientos, además de fijar que ningún banco pueda concentrar más del 8 por ciento del sistema financiero. “Comenzaremos a discutir el proyecto con todos los bloques legislativos, del oficialismo y la oposición, para construir la mayoría necesaria para aprobarlo”, afirmaron.
Sabbatella y Heller compartieron el proyecto con los otros tres diputados de Nuevo Encuentro Popular y Solidario: Vilma Ibarra y los socialistas Ariel Basteiro y Jorge Rivas. En la presentación de la iniciativa también sumaron a la fueguina Mónica Belaus, de Proyecto Progresista, y a Silvia Vázquez, de Concertación-Forja. Este espacio alcanza otras propuestas legislativas y apunta a transformarse en otro interbloque de centroizquierda en Diputados.
En el lanzamiento, Sabbatella sostuvo que el proyecto apunta a que el Estado garantice “el acceso al servicio de los usuarios, y de todos los sectores sociales y productivos”. Para el ex intendente de Morón, la propuesta “viene a saldar una de las deudas de la democracia, que es cambiar la ley de la dictadura cimentada en su propio proyecto ideológico y de las corrientes teóricas que propiciaron la desestatización y desregulación del sistema financiero”.
Heller planteó que el proyecto aspira a “fortalecer el ahorro nacional mediante productos financieros acordes a las necesidades de los usuarios”, además de proteger los depósitos de pequeños y medianos ahorristas e impulsar el financiamiento productivo a las pequeñas y medianas empresas y a los microemprendimientos. “Hoy es más fácil para los bancos dar créditos para comprar un electrodoméstico que para comprar un torno y producir”, sumó Sabbatella.
El proyecto fue una de las banderas del dirigente cooperativista durante la campaña electoral y Heller dedicó gran parte de su tarea legislativa a elaborarlo. Según la propuesta, el Banco Central deberá monitorear que ninguna entidad financiera privada supere una participación del 8 por ciento en el conjunto del sistema, tanto de depósitos como de préstamos. “Esto no modificará la situación actual, pero evitará que el sistema avance a una mayor concentración”, explicó Heller, que dedicó las últimas semanas a uno de los temas más complejos de la iniciativa: el aspecto legal, dado que ésta se cruza con diversas normas. El viernes pasado, los legisladores que ayer presentaron el proyecto repasaron el trazo fino del texto y se comprometieron a no filtrar ningún aspecto, para evitar “malas interpretaciones”.
Ahora comenzará el trabajo legislativo, que incluirá conversaciones con todos los bloques parlamentarios para debatir los puntos centrales de la iniciativa y tratar de aglutinar consenso antes de abrir la discusión en las comisiones de la Cámara baja. Una tarea que abarcará a oficialistas y opositores. Aunque los diputados se mostraron confiados en poder avanzar rápidamente, por lo bajo admiten que no será tarea fácil reunir consenso mayoritario en el Parlamento. Hasta ahora, ningún gobierno se mostró decidido a modificar el sistema financiero y los distintos proyectos legislativos tampoco lograron entusiasmar a las distintas fuerzas políticas
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