Cada uno quiere su propio Consejo Económico y Social

26/07/2009

Cada uno quiere su propio Consejo Económico y Social
BULLRICH, HELLER, ITURRASPE, REYES Y LOZANO DEFINEN SUS POSICIONES

POR DEMIÁN VERDUGA
dverduga@miradasalsur.com
Cinco referentes políticos hablaron con Miradas al Sur sobre el Consejo Económico y Social (CES). Se podría afirmar que la iniciativa del Gobierno tiene el apoyo de la mayoría de las fuerzas. Es decir: todos coinciden en que es positivo un ámbito en el que empresarios y trabajadores discutan los conflictos económicos y sociales del país. Y que ese espacio genere propuestas de mediano y largo plazo. Sin embargo, los reparos son parte inexorable del juego político democrático. Si lograrán estar representados todos los sectores y no sólo “los grandes”.
Y cómo será la relación del CES con el Congreso Nacional son algunas de las dudas.
De izquierda a derecha. A Carlos Heller, diputado electo del Frente para la Victoria, se lo escucha entusiasmado al ser consultado sobre la iniciativa del CES. Su visión es que sentar alrededor de una mesa a sectores empresarios y sindicales para debatir los conflictos de la sociedad y buscar soluciones “es muy positivo”. A pesar de encontrarse en la otra punta del arco ideológico, el diputado del PRO, Esteban Bullrich, comparte el ánimo.“Generar espacios de diálogo y de búsqueda de consenso es valorable”, aseguró. En el mismo sentido y con igual expectativa se expresó Graciela Iturraspe, diputada electa de Nuevo Encuentro.“ El consejo va a permitir señalar algunos de los temas prioritarios que tiene incorporar al debate el Congreso Nacional y el Ejecutivo”, recalcó.
Este clima cambia cuando se habla del peso que puede ocupar el organismo en el debate político a gran escala. Hay temor en ciertos sectores de la oposición de que el CES le quite protagonismo al Parlamento. Así se refiere al tema la diputada Fernanda Reyes, de la Coalición Cívica: “El Congreso Nacional es el ámbito real para discutir las políticas que se van a aplicar”, dijo. La frase insinúa que debilitar el Parlamento sería una velada intención detrás de la creación del CES.Ante la pregunta sobre cómo podría reemplazar al Congreso, teniendo en cuenta que el CES no tiene la facultad de legislar, Reyes agregó que “no se trata de que lo reemplace en ese sentido”.
Y explicó que para ella lo importante es que el CES no se transforme en el protagonista de los debates políticos, desplazando al Legislativo.
Otro aspecto que genera resquemores es la pluralidad del organismo.
Las dudas de que su amplitud esté garantizada se basan en que, según Claudio Lozano, de Proyecto Sur, en el proceso de armado del CES estuvieron sólo la UIA y la CGT.“Otros actores gremiales y empresariales, como la CTA y las pymes, no tuvieron presencia en la discusión sobre los lineamientos del organismo”.
–Pero la participación de la CTA está confirmada.
–Sí. Pero igual es muy importante garantizar el nivel de pluralidad, dijo Lozano.
Y con tono escéptico agregó que el antecedente que se conoce no es muy bueno. Lozano se refiere al Consejo del Salario, el Empleo y la Productividad. “Allí, jamás se logró funcionar de modo plural”, aseguró. Y explicó que esa institución se reúne una vez al año para realizar anuncios de decisiones que se tomaron fuera del organismo.Y de las que participaron sólo grandes actores como la UIA y la CGT.
Esta inquietud por la pluralidad del CES es algo que comparten en el Frente para la Victoria.
Haciendo honor a su origen cooperativista, Heller aseguró que para él es indispensable que las cooperativas sean parte del organismo.“ Y las pymes también”, agregó.
Luego señaló que el primer objetivo del CES debe ser discutir “qué necesitan los sectores más postergados de la sociedad”.
La efectividad. La famosa frase de Perón: “Cuando no quiero resolver un problema formo una comisión”, describe algo que muchas veces sucede con las instituciones.
Se las crea y pueden terminar siendo maquinarias burocráticas obsoletas. Cómo lograr que esto no pase con el Consejo Económico y Social es otra preocupación que comparten las fuerzas políticas.
Uno de los modos de que se evite el fracaso es lograr que tenga continuidad en el tiempo,más allá de quién esté gobernando. Esa es la visión de Iturraspe. Y para lograrlo, la diputada aseguró que es muy importante que las reuniones no sean una vez al año sino todos los meses. “Eso le va dar institucionalidad.
Y permitirá su permanencia en el tiempo para que pueda hacer un aporte a la construcción de consensos entre los distintos actores económicos”, remató.
En el PRO, a tono con la preocupación de que no le dispute protagonismo político al Congreso, creen es importante buscar un modo de que el CES tenga un vínculo con el Parlamento. “Eso le va a dar mayor efectividad”, dijo Bullrich. “De lo contrario se corre el riesgo de que se vuelva una cáscara vacía”, remató. En el mismo sentido, Reyes aseguró que sólo el Congreso garantiza que algunas de las ideas del CES puedan transformarse en políticas de largo plazo.
Para otros, la efectividad del organismo tiene que ver con el contenido específico del debate y las propuestas que se hagan.“Si la discusión y las decisiones no tienen como eje la distribución del ingreso, y buscar el modo de generar inversión pública para la reconstrucción energética, recuperar la petrolera estatal y los ferrocarriles, no tiene mucho sentido”, dijo Lozano. Para el diputado sin esas medidas es muy difícil tener una buena perspectiva para el país, más allá de la creación del CES.
Para terminar, la experiencia ha sido exitosa en países como España y otros de la Unión Europea.
Ya que al consensuar aspectos fundamentales de la vida económica se evitan sobresaltos futuros y se logra mayor estabilidad política. El tema es que parte de ese diálogo pasa por la puja distributiva.
Y esto es complejo en sociedades con una gran desigualdad.
Pero, por ahora, la iniciativa genera buenas expectativas, incluyendo los reparos.

Un aspecto que genera inquietudes es la amplitud de la convocatoria, ya que en el armado sólo estuvieron la CGT y la UIA.

El Consejo va a permitir señalar algunos de los temas prioritarios que tienen que integrar al debate el Congreso y el Ejecutivo.

(Miradas al Sur)