Más de un crudo invierno | “Se conocieron los detalles del acuerdo con el FMI y cada vez hay más certezas de que ya no se trata de pasar sólo «un invierno», como afirmó alguna vez Álvaro Alsogaray, sino por lo menos tres. Tres años es lo que dura el crédito stand by, aunque países como Grecia muestran que el ajuste y el monitoreo se pueden extender más”. De esta manera comienza Carlos Heller su columna de opinión para Página/12, donde analiza el memorándum que el gobierno dio a conocer la semana pasada. “En materia de precios -continúa Heller- se avanzará con el esquema de metas de inflación, y el gobierno se compromete «a hacer lo que sea necesario para cumplirlas». Traducido: mantener altas tasas de interés, sin importar el impacto en la actividad económica en general, y en particular en las Pymes y el empleo”. Y continúa: “Entre los cambios institucionales, se planea para antes de marzo de 2019 la presentación en el Congreso de un proyecto para reformar la Carta Orgánica del BCRA, estableciendo la prioridad antiinflacionaria y la independencia de la entidad. Según se desprende del memorándum, ésta será incluso la encargada de establecer las metas, sin que participe en la decisión final el Ministerio de Hacienda, al que sólo se lo consultará. Una hipoteca para futuros gobiernos de tinte popular”. Mientras que para cerrar la columna, sostuvo: “Es imprescindible reconstruir una senda contraria a la liberalización, la desregulación, y la quimérica idea de que es necesario ganar la confianza de los mercados. Los legisladores y la ciudadanía deben expresar todo su rechazo a un conjunto de políticas que sólo tiene para ofrecer un ajuste permanente, subdesarrollo y dependencia”. | Leer más |
Dujovne y Lagarde. En el memorándum también se habla de que el gobierno nacional alcanzará en 2020 el “déficit cero”, otra triste reminiscencia de los tiempos de la Alianza, señala Heller. | No hay contradicción | El Presidente del PSol analizó en su columna para Caballero de Día, las últimas subas del dólar y las iniciativas del gobierno al respecto. “Creo que esta turbulencia la van a controlar porque parte de ésta es buena desde el punto de vista de los objetivos que el gobierno tiene, no entra en contradicción”, señaló Heller. Y agregó: “El tipo de cambio actual, medido en términos competitivos, está ligeramente por arriba del que había cuando devaluaron al inicio del mandato, estos 28 y pico son más o menos equivalentes a aquellos 16 pesos. Así que, desde ese punto de vista, están donde quieren estar, por eso tanto el Presidente como el nuevo ministro de Producción dicen que no están incómodos en ese valor. Al contrario, el gobierno está «cómodo», y creo que lo dejaron llegar hasta los 28 pesos porque les interesa”. | Audio | Un problema de Fondo
| “Que el dólar esté arriba de 28, arañando los 29, va a obligar a recalcular las variables económicas de nuestro país”, sostuvo Juan Carlos Junio en El diario del domingo. “Han quedado por el camino todas las proyecciones del gobierno y las consultoras privadas -continuó-. Y la actividad económica en general se ve frenada por un dólar que no frena. Es difícil inclusive poner un precio a cualquier producto y además los grandes monopolios formadores de precios se aprovechan para remarcar a discreción, como siempre. El problema es de fondo, porque la economía argentina tiene muchos bienes dolarizados. Algunos porque los exportamos, como los granos y alimentos; otros porque los importamos, como el combustible, autos e insumos industriales, y en todos los casos lo que prima es el mercado, o mejor dicho, la desregulación que consagró este gobierno y que alcanza todo tipo de ítems”. Y agregó: “En fin, se abrieron todas las puertas y canillas para que se vayan los dólares, y se cerraron todas las canillas para que el dólar no entre. Y cuando el mercado financiero a fines del año pasado le dijo «basta, ya no hay más dólares», a la primera corrida salieron a refugiarse en el Fondo Monetario Internacional siguiendo los pasos de Cavallo y De la Rúa”. | Audio |
Divisa. La economía argentina tiene muchos bienes dolarizados. | No es inevitable, es el modelo
| En su panorama político económico semanal, Carlos Heller reflexionó acerca del modelo económico del gobierno, tras los cambios de funcionarios de la última semana. “En medio de una nueva ronda de tensión cambiaria, el reciente comentario del ministro Nicolás Dujovne despeja cualquier duda: «a pesar del cambio de nombres el programa económico del presidente Macri sigue siendo el mismo». Pasó desapercibido en la conferencia de prensa del viernes pasado, pero da a entender que los cambios en la cúpula del BCRA no obedecen a mala praxis. Más bien expresan los límites intrínsecos del actual modelo, que se profundiza y se rubrica formalmente mediante el acuerdo con el FMI”. Y sostuvo: “Lo que está ocurriendo no es inevitable. Remite en última instancia a la disyuntiva entre Estado y mercado, algo que siempre he sostenido. Poco tiempo atrás hemos sido testigos de la importancia de administrar el valor del dólar y la utilización de las divisas -que son bienes públicos-, de tener una política activa de gestión de las importaciones, de regular los flujos de capitales. Sin embargo no son opciones bien vistas por el establishment”. | Leer más | Territorios | En la Casa de la Cultura y la Solidaridad de la Comuna 12 se dio el puntapié inicial del ciclo de charlas “Economía y Ciudad”, que continuarán el miércoles 27, a las 18, en las Comunas 1 y 3. Mientras que Juan Carlos Junio, en su columna de opinión para Caballero de día, analizó el protocolo anti toma que la ministra de Educación porteña insiste en poner en marcha en los colegios secundarios de la Ciudad. | CABA | CABA | CABA |
| Tomando la historia en sus manos |
| Juan Carlos Junio | Secretario General PSOL | El movimiento de mujeres ha logrado un lugar en la historia reciente por su propia densidad cultural, social y política. La realidad zanjó definitivamente el debate sobre la posible maniobra propagandística de Macri para levantar una humareda que tape el reciente descontento por su política económica. Los vientos se venían acumulando hace años desde los encuentros nacionales de mujeres, luego en grandes multitudes contra los femicidios que fueron dando nacimiento a la ola multicolor de “Ni una Menos”, y esencialmente la instalación en amplísimos capas de la sociedad del debate acerca de la necesidad imperiosa de terminar con un anacronismo legal, cultural y de poder, como es la penalización del aborto. El movimiento feminista fue imprimiendo en el devenir de los últimos años una fuerza de tal envergadura que los vientos se fueron transformando en un huracán que disipó las brumas de prejuicios y poderes fácticos articulados durante siglos. Una vez más la lucha popular en las calles fue determinante para visibilizar el conflicto, extenderlo hacia mayorías sociales y abrirle paso a lo soterrado, en este caso a la juventud adolescente, especialmente mujeres, que se incorporó a la lucha agregando una energía tan potente como arrasadora. La reivindicación social y cultural mutó en lucha política e institucional para estas mayorías que se proponen triunfar tomando la historia en sus manos, generando un nuevo momento y un futuro, sin el fantasma de la estigmatización, el miedo y el peligro del aborto clandestino. Se trata de terminar con una rémora medieval que impide que la mujer se apropie de su cuerpo, su identidad, su voluntad de tener (o no) hijos; en suma, de su vida en un sentido integral, en la que resultan inescindibles sus elecciones sexuales, su pensamiento, su subjetividad y su autonomía. El debate descarnado desnudó también el problema de clase que se manifiesta en el tema del aborto, como en tantos otros: las mujeres jóvenes y pobres son las principales víctimas de la legislación represiva y dogmática. No deberíamos soslayar que esta ola verde se une a otras de diversas intensidades. Los trabajadores por su salario, contra el FMI, enfrentando los tarifazos; los científicos y universitarios; las pymes por su supervivencia; etcétera. Se jalona también en las grandes multitudes movilizadas en las calles de marzo de 2017, y en el triunfo popular contra el “2x1”. El gran poder de los medios, amalgamado con las corporaciones empresariales, la justicia sumisa y los núcleos culturales de la derecha, está siendo perforado por la sociedad, en las calles y plazas públicas. Si logramos la aprobación definitiva de la ley, podríamos decir como la juventud de revolucionarios reformistas del ´18: “Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una LIBERTAD más”. | | |
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