Artículo publicado por: Carlos Heller
Ya escribí en un post anterior sobre el documento que 10 provincias petroleras suscribieron la semana pasada. Voy a profundizar, ahora, sobre algunos de los puntos que en él se tratan y me parecen más sobresalientes.
Para empezar, las provincias les comunicarán a las empresas concesionarias, en un lapso de 15 días, cuál es la inversión requerida y les solicitarán un plan de inversiones. Si las empresas no cumplen, las provincias podrían reclamar la recuperación de determinadas concesiones para volver a establecer de qué manera se va a explotar.
En segundo lugar, y a raíz de la falta de inversión en las plantas refinadoras, se les exigirá a las empresas que compartan los sobrecostos en que debe incurrir el estado nacional por importación del combustible que necesita para el mercado interno. Es decir que lo que no se produce acá, por culpa de la falta de inversión y que es necesario comprarlo afuera a precios más altos, las refinadoras deberán pagarlo.
El otro día decía la Presidenta que es necesario producir y a costo local. En estos momentos estamos importando combustible a precios internacionales, por eso me parece una medida más que adecuada, ya que hasta el momento esos costos los vienen pagando el conjunto de la sociedad.
Es importante que las provincias en conjunto tomen este tipo de decisiones, mas allá de que en este caso particular también haya coincidencia de intereses con el Estado Nacional. Recordemos que desde la reforma de la constitución en 1994, son las provincias quienes administran sus recursos naturales. Se podría decir que la reforma constitucional fragmentó la capacidad del Estado Nacional, dificultando la puesta en práctica de un plan estratégico nacional.
